La investigación apunta a las turbulencias como causa del siniestro de Spanair

(PD).- La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC) apunta como una de las causas concurrentes del accidente del avión de Spanair la existencia de turbulencias en el momento del despegue, según informó hoy la Organización Impulsora de Discapacitados (OID), que ejerce como acusación popular en el procedimiento judicial.

«No nos parece lógico ni congruente que se quiera achacar ahora como causa del accidente causas de fuerza mayor. En un primer momento se trató de culpabilizar a la tripulación, pero como no se ha podido, ahora se quiere responsabilizar al mal tiempo», denunció a Europa Press el abogado de la OID, Javier Gallego.

Esta circunstancia se uniría al fallo que se detectó en los sistemas de configuración del aparato. El borrador preliminar del informe de la Comisión reveló que el avión no llevaba desplegados los flaps, es decir, los alerones posteriores que sirven para dar sustentación al aparato.

Tras abortar el primer despegue, el comandante Antonio García Luna tendría que haber revisado los sistemas de configuración, pero no lo hizo. Además, el sistema de alarma que tendría que haber avisado de esta incidencia no funcionó. Cuando el aparato salió de la pista alcanzó una velocidad superior a la que debía llevar al no tener reflectados los alerones. Así , la aeronave cayó y se estrelló en el suelo.

Por ahora, el juez Javier Pérez, que instruye la investigación del accidente del Sunbreeze de Spanair, ha requerido a la compañía aérea el libro del fabricante del modelo MD-82 que consultaron los técnicos de mantenimiento después de que el piloto abortase el primer despegue por un problema de calentamiento en la sonda que mide la temperatura del aire.

Retirada de un fusible

Según el borrador, los técnicos quitaron el piloto sin darse cuenta de que el avión estaba en modo vuelo. La aeronave tradujo el cambio de parámetros pensando que estaba en el aire, pero en realidad estaba en tierra. Según las fuentes consultadas, el hecho de quitar el fusible de la temperatura interaccionó con los sistemas de configuración de los flaps y slats, así como el sistema de avisos que alertan si hay fallos en el anterior.

Gallego solicitó la semana al juez la declaración de los dos técnicos de Spanair que revisaron el aparato. Según el letrado, la retirada del fusible sin reparar la avería llevó a tapar otro problema más grave. Por ello, el avión creía que, en lugar de en el suelo, estaba en el aire. Y no sonó la alarma.

Entre las baterías de diligencias solicitadas por esta parte, se incluye la petición al juez de que inste a Spanair a acreditar el cumplimiento de las directivas de aeronavegabilidad de la Administración Federal de Aviación de EEUU (FAA).

Según Gallego, el magistrado ha aceptado estas últimas diligencias después de que la OID denunciase que los vuelos que corresponden al prototipo McDonell Douglas-80 (fabricado por Boeing desde 1997), del que sale el MD-82 siniestrado, cuentan con un defecto de fabricación en el cableado y en ciertos aspectos técnicos en el tren de aterrizaje.

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