(PD).- Un hombre que se enfrentaba a diez años de cárcel por intento de asesinato ha sido absuelto porque la supuesta víctima falleció durante la instrucción y no pudo acudir al juicio para identificarlo.
La sentencia, dictada por la Audiencia de Sevilla, explica que la agresión tuvo lugar en 2003, cuando la víctima paró su coche para comprar tabaco y fue apuñalada en el abdomen. Al sentirse herido, el agredido volvió a su coche y se dirigió al hospital Virgen del Rocío, donde fue operado de urgencia y pasó 15 días hospitalizado.
En su declaración ante la Policía y el juzgado, la víctima identificó al agresor por su nombre de pila y el apodo con el que es conocido en el barrio de Triana, pero la sentencia desestima esta declaración como prueba porque no fue ratificada en el juicio, ya que el agredido falleció después por causas no relacionadas con esta agresión. La primera declaración carece de valor, según la sentencia, por no haber sido hecha ante el secretario judicial y ante algún abogado que actuase en nombre del procesado.
«Es indudable que el denunciante recibió una puñalada, así como que en caso no de ser intervenido quirúrgicamente de inmediato habría muerto a causa de las heridas inferidas en el hígado», dice la sentencia que, sin embargo, considera que no se puede condenar al procesado porque falta la «convicción jurídica necesaria que requiere una sentencia de condena». Además, la sentencia recoge las declaraciones de dos amigos del acusado, que lo sitúan en Fuengirola, Málaga, en el momento de la agresión.
