(PD).- Las autoridades del Estado de California hallaron este martes los cuerpos de cinco niños y dos adultos de una misma familia tiroteados en una vivienda del barrio Wilmington en Los Ángeles.
Al parecer el hombre, identificado como Ervin Antonio Lupoe de 40 años, entró en su domicilio y disparó mortalmente contra su mujer, Ana, y sus hijos, tres niñas, una de 8 años y dos gemelas de 5, y dos niños, también gemelos, de 2 años. A continuación, el individuo se suicidó.
Antes de quitarse la vida, Lupoe envió un fax a un medio de comunicación local, Channel 7, en el que decía que iba a matarse a sí mismo y a su familia, aunque la policía también recibió una llamada telefónica menos explícita. «Acabo de regresar a mi casa y toda mi familia ha recibido un disparo», dijo la persona que contactó con los agentes según el testimonio del ayudante del jefe de policía de Los Angeles, Kenneth Garner.
Cuando los agentes registraron el domicilio, que olía a pólvora, encontraron una nota en la que se vinculaba la matanza a «motivos laborales», lo que afianzó la teoría de que se trató de un crimen con posterior suicido. «Esto fue un asunto relacionado con temas financieros y de trabajo. En estos tiempos difíciles económicos hay otras salidas, en mis 32 años nunca había visto nada parecido», dijo Garner al diario Los Angeles Times.
El fax enviado a Channel 7, según la información de este medio, detallaba que los dos miembros de la pareja habían sido recientemente despedida de sus puestos de trabajo como asistentes médicos en el hospital Kaiser Permanente en Los Ángeles. El texto señalaba que un encargado le dijo al hombre un día que no debería haber ido a trabajar y que «tendría que volarse los sesos». La misiva decía también que el afectado reclamó a su sindicato sin éxito.
