La obsesión de Carcaño en tirar el cenicero, prueba decisiva

(PD).- Enorme rabia y dolor en la manifestación celebrada en Madrid para expresar la cólera que embarga a Sevilla, una semana después de esclarecerse la desaparición de Marta del Castillo y confesar uno de sus amigos, Miguel Carcaño, su asesinato.

Los padres de la joven sevillana han asegurado que no cesarán en exigir la máxima justicia para asesinatos tan brutales como el de su hija Marta y la niña Mari Luz Cortés. Reclamarán con energía tanto a José Luis Rodríguez Zapatero como a Mariano Rajoy en sus próximas entrevistas que impulsen una reforma legal en ese sentido.

El asesinato de Marta, un aldabonazo

Los familiares de Marta han recordado que dos millones de firmas -como informó El Semanal Digital-secundaron la campaña de Juan José Cortés a favor de la cadena perpetua. Por otra parte encuestas del Barómetro de la Familia han mostrado que hay un apoyo a esta medida de un 81 por ciento de la población.

La terrible muerte de Marta se ha convertido así en un aldabonazo para poner fin a que condenados por muertes violentas vuelvan a la calle en ocho o diez años.

En la manifestación en Madrid, bajo los lemas de «Todos somos Marta» y «Justicia Ya» se ha insistido en que se organice un referéndum en España sobre la cadena perpetua. En la marcha, ha participado la familia de Marta al completo, incluido su abuelo, José Antonio Casanueva. El promotor de la manifestación y tío de la joven sevillana, Santiago Delgado, dijo que están «destrozados» a la vez que se pronunció por el endurecimiento de las penas y el incumplimiento íntegro de las mismas.

En la marcha estuvieron también la madre de la joven Sandra Palo, asesinada en 2003, María del Mar Bermúdez, quien participó en el sentido acto junto a su marido. Igualmente se sumó, la familia de José Félix García-Ochoa, el joven de 29 años fallecido como consecuencia de una brutal paliza.

Búsqueda en toberas y colectores

Mientras tanto, prosigue la operación de búsqueda del cuerpo de Marta. Las operaciones se han extendido a las toberas y colectores que dan al Guadalquivir, que van a ser rastreadas por un equipo de submarinistas de la Guardia Civil. La búsqueda continúa en la misma zona bajo el puente entre Sevilla y Camas, una pasarela de tráfico restringido cerca del Charco de la Pava.

El dispositivo de búsqueda del cuerpo de Marta se ha ampliado también este sábado con la incorporación de cuatro guías caninos procedentes de Holanda, con sus correspondientes perros, y un barco sonda para conocer información detallada del estado del fondo del río Guadalquivir.

Cinco restos de sangre

Por otra parte se han ido conociendo nuevos detalles de la investigación policial que mostraron que el empeño del asesino por deshacerse del «arma» terminó por inculparle. Miguel Carcaño ocultó el cenicero en su cazadora lo que provocó una «transferencia» de sangre.

Carcaño se guardó el cenicero de cristal dentro de su cazadora para arrojarlo al río junto al cadáver y esa acción permitió una «transferencia» de la sangre de la víctima al forro de la prenda del imputado, según explicó el jefe superior de Policía de Andalucía Occidental, Enrique Álvarez Riestra.

La Policía halló hasta cinco restos de sangre, que coinciden con el perfil de ADN de Marta, en la colcha de la cama, una silla y una mesa de ordenador que hay en el dormitorio donde se produjo el crimen, así como en el salón de la vivienda de la calle León XIII donde fue envuelto el cadáver en una manta antes de introducirlo en un coche para llevarlo al río.

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