Llevaba la bolsa con las heces debajo de su ropa interior. Al entrar su abogado en la sala Weusi McGowan le untó los excrementos por el pelo y la cara. Acto seguido los tiró al jurado. No le dio a ninguno, pero sí alcanzó el ordenador de uno de los miembros.
El hombre, de 38 años, tendrá que pasar los próximos 31 años y 4 meses en una cárcel de San Diego (Estados Unidos). El fiscal del caso confirmó que el acusado sufría esquizofrenia, aunque añadió que era consciente de lo que hacía.
McGowan cometió en 2007 un robo a mano armada sobre una persona, solo que su arma era una piedra.
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