El padre se la llevó en volandas hasta su vehículo, pero no pudo introducirla en él porque la niña seguía poniendo resistencia
La sentencia ha sido un respiro para un padre de Pamplona acusado de maltratar a su hija menor de edad. Según el fiscal, el hombre maltrató a su hija al intentar llevársela por la fuerza cuando ella estaba bebiendo en la calle y mostraba claros signos de embriaguez.
El fiscal pedía siete meses de prisión por un delito de malos tratos.
TREMENDA PATALETA
Los hechos ocurrieron el 5 de octubre de 2007, sobre las 23.30 horas, cuando el padre caminada por la plaza de los Fueros de Tafalla y vio a su hija sentada con unas amigas.
Según recoge la sentencia:
«Por su manera de hablar y su actitud que se encontraba, sin duda, bajo los efectos del alcohol»
El padre pidió a su hija que se fuera a casa, pero la menor no accedió, y éste se fue a un bar. A la salida del bar, vio que la menor continuaba en la plaza con «la misma actitud».
«Cogiéndola del brazo, le conminó para llevársela a casa»
«Ante la oposición de la niña, el padre la agarró de los dos brazos»
«La joven se resistía físicamente y gritaba que no quería irse, tirándose al suelo y agarrándose a las vallas y paredes»
INTERVENCIÓN DE LA MADRE
El padre se la llevó en volandas hasta su vehículo, pero no pudo introducirla en él porque la niña seguía poniendo resistencia.
Llamó por teléfono a su madre, de la que se encuentra separado. Ésta acudió y se la llevó a casa. Como consecuencia de estos hechos la menor presentaba hematomas en los brazos en la zona axilar que precisaron de una primera asistencia médica y ocho días de curación de los cuales dos estuvo impedida para sus ocupaciones habituales.
La sentencia:
«El padre acusado ejerció sobre su hija una conducta autoritaria consistente en agarrar a su hija fuertemente por debajo de los brazos para llevársela del lugar donde estaba y ante el hecho de que la menor se encontraba bajo los efectos del alcohol»
«No hubo por parte del padre intención de dañar, ni siquiera de realizar ningún castigo físico, solo quería llevársela porque estaba muy preocupado»
«Es obligación de los padres proteger a los hijos, incluso contra ellos mismos»
La juez apunta que todas las declaraciones coinciden en que el padre se acercó por dos veces a su hija para interesarse por su estado y, en la segunda vez, le conminó a que se fuera a casa de su abuela, a lo que contestó que no.