La Policía Nacional ha detenido a dos personas y ha decomisado en Leganés casi 11.000 cosméticos falsificados de reconocidas marcas como Chanel o Dior que iban a ser vendidos en mercadillos después de haber sido traídos desde China, donde eran elaborados sin cumplir las normas sanitarias.
Según ha informado hoy la Jefatura Superior de Policía, la operación se ha llevado a cabo en colaboración con la Policía Municipal de Madrid y además de los cosméticos se han intervenido 470 frascos de colonia, 1.100 gafas, 310 cinturones y 200 monederos, todos ellos imitaciones de marcas de reconocido prestigio.
Los artículos decomisados procedían de China, donde eran elaborados «sin seguir las reglamentaciones técnico-sanitarias de los productos destinados al consumo humano».
La Jefatura ha destacado que, además de vulnerar los derechos de propiedad industrial de sus titulares, estos productos suponen un riesgo potencial para la salud, ya que se desconoce la fórmula empleada en su composición, por lo que su uso podría provocar eccemas, dermatitis, edemas, enrojecimientos, manchas, u otro tipo de reacciones alérgicas o lesiones.
El destino final de los artículos era la venta ambulante en mercadillos, donde los vendedores llegaban a asegurar a los compradores dudosos que se trataba de artículos auténticos procedentes de robos.
En la operación han sido detenidas dos personas, un hombre y una mujer, que fueron sorprendidas «in fraganti» en el almacén donde guardaban la mercancía.
La investigación comenzó hace varias semanas, cuando se sospechó que una familia se dedicaba a la adquisición y posterior venta al por mayor de gran cantidad de productos falsos procedentes de China.
El Grupo XXIII de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid comprobó que los sospechosos guardaban miles de artículos en dos trasteros de un polígono industrial de Leganés y allí preparaban los pedidos solicitados por los clientes.
Una vez acordado el punto de entrega, intercambiaban las cajas con los productos de un vehículo a otro en plena calle.
Para distribuir el material falsificado utilizaban incluso a menores de edad.
Durante una de las vigilancias, los investigadores observaron a una mujer identificada como Idris D. acceder a uno de los almacenes, mientras que un hombre identificado como Nezha E. vigilaba las inmediaciones.
Cuando advirtió la presencia policial, el hombre avisó a la mujer y ésta trató de deshacerse de varias bolsas que iba a sacar del almacén y de las llaves del mismo, pero tanto ella como su pareja fueron detenidos.
