Velasco procesa a 10 personas por el asesinato en 2004 de un miembro de una banda gallega dedicada al tráfico de drogas

El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha procesado a un total de 10 personas por el asesinato de Fernando Caldas Villar, que desapareció en julio de 2004 en Bertimaráns (A Coruña) después de que la organización dedicada al tráfico de drogas a la que supuestamente pertenecía lo quemara con cal viva en un ajuste de cuentas.

Así consta en un auto dictado por el juez Velasco el pasado 26 de mayo en el que se detalla que la organización decidió asesinarlo porque «no cumplía las órdenes» de la dirección de la organización, «se comportaba de manera demasiado ostentosa y podía levantar sospechas sobre la actividad de narcotráfico a que se dedicaba el grupo».

Entre los procesados por un delito de asesinato se encuentran el empresario Juan Marcos Vigo Fernández y Rosa María Charlín, a los que se vincula con el denominado ‘clan de los Charlines’, así como José Jorge Durán Piñeiro y Miguel Angel Fernández Rodríguez, a los que el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 también imputa un delito de tráfico de drogas.

Por la desaparición de Caldas, cuyo cuerpo nunca llegó a aparecer, también están procesados Marco Antonio Fernández Rodríguez, Juan Berbel Briones, Roberto González Cuevas y Manuel José Pazo Taboada; y por el encubrimiento de este crimen María Adela Vilas Soliño y Juan Rodríguez González. Además, hay un undécimo procesado, Eloy Val Carballo, al que se le imputa un delito de tráfico de drogas.

«TENEMOS LA GALLINA DE ORO Y NOS LA VA A JODER»

Según la resolución judicial, Durán Piñeiro ordenó a Fernández Rodríguez que hiciera desaparecer a Fenando Caldas, para lo cual le envió una carta desde la prisión de A Lama en la que le decía que estaba «muy preocupado por lo que Cal está haciendo». «Tenemos la gallina de oro y la va a joder. Tal y como va Cal, no llegáis a la Navidad», añadía.

La desaparición de Caldas se produjo el 16 de julio de 2004, dos días después de que Fernández Rodríguez y Val Carballo viajaran hasta Alicante siguiendo órdenes suyas para entregar un paquete que contenía 10 kilogramos de cocaína, a cambio del cual obtuvieron 300.000 euros.

Fernández Rodríguez, su hermano Marco Antonio, Juan Berbel, Roberto González y Manuel José Pazo capturaron a Caldas cuando éste acudió a recoger el dinero de la referida venta a un piso franco que la organización tenía en Bertamiráns. Tras introducirle en el maletero de su vehículo, desde el que Caldas pudo mandar varios mensajes de móvil pidiendo auxilio, los captores le dieron muerte y después hicieron desaparecer su cadáver quemándolo con cal viva. Después, limpiaron las huellas y denunciaron la desaparición junto a los padres de Fernando.

En su resolución, el juez Velasco también impone una fianza de 300.000 euros a los ocho procesados por asesinato y exige que los tres imputados por tráfico de drogas aporten 30 millones para asegurar la posible multa que la Sala de lo Penal podría imponer en su sentencia.

Velasco heredó esta causa de su predecesor en el Juzgado Central de Instrucción número 6, Juan del Olmo, que a su vez la recibió de la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Vilagarcía de Arousa, Belén Rubido de la Torre.

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