La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, ha asegurado este miércoles en su tercera comparecencia ante la Comisión de Igualdad del Congreso que «en los próximos meses» se van a «intensificar todas las campañas relativas a la importancia de las denuncias» ya que «hay una realidad que es distinta» este año y tiene que ver con un «sensible descenso de las denuncias».
La ministra compareció para rendir cuentas de su gestión en estos dos años y responder al PP y a ERC sobre cuestiones como la subvención concedida para la elaboración del «Mapa de inervación y excitación sexual en clítoris y labios menores», la situación de las funcionarias de prisiones o la campaña ‘Educando en Igualdad’, entre otras.
Sobre el primer asunto, avanzó además su intención de reforzar «la formación de los profesionales y de los agentes que interactúan en con las mujeres maltratadas en primera instancia para mejorar todo lo que tiene que ver con la detección precoz» de la violencia machista ya que «el objetivo prioritario» de su cartera es la erradicación
Asimismo, repasó las políticas que ya están en funcionamiento, y destacó que se está prestando especializada a menores que viven en contextos de violencia de género, más de 13.000 mujeres cuentan con teleasistencia, más de 90.000 forman el sistema de seguimiento integrado y sólo en 2009, más de 1.400 víctimas inmigrantes que estaban en situación irregular recibieron el permiso temporal de residencia.
Otro de los temas en que centró su comparecencia fue la lucha contra la trata de mujeres con fines de explotación sexual. Aído destacó la reforma del Código Penal que ahora persigue «no sólo la captación sino trasladar, transportar, recibir o alojar personas para explotarlas» y añadió que «incluso no importa que consientan ejercer la prostitución: es delito claramente porque se abusa de su situación vulnerable».
En esta línea, se refirió a los anuncios de contactos en la prensa para reiterar su intención de eliminarlos porque «las estimaciones policiales dicen que el 95% de las mujeres prostituídas son víctimas de trata» y porque España «es de los pocos países en Europa donde la prensa generalista tiene estos anuncios y hay muchas razones para que no los mantenga». Según dijo, el Ministerio espera respuesta del Consejo de Estado para «ver cuál es la vía más adecuada» cara a su eliminación.
«PARA ECHARSE A TEMBLAR»
Para la portavoz del GPP, Sandra Moneo, «el balance es muy distinto» porque de la gestión de Igualdad en materia de violencia machista «ni se fía Europa ni se fían las mujeres y por eso el 84% de las por eso el 84% de las 32 víctimas de este año no había denunciado a su agresor» y la presidencia española de la UE «no ha conseguido sacar adelante» ni la euro orden de protección para maltratadas ni el observatorio contra la violencia de género.
En su opinión, el hecho de que el delegado del Gobierno en la materia, Miguel Lorente, haya apuntado recientemente a un «efecto imitación» en la sucesión de asesinatos machistas, prueba la «falta de justificación sólida» del gabinete de Aído para explicar el incremento de muertes.
«Si esta es la respuesta del Gobierno la verdad es que nos podemos echar a temblar» aseguró Moneo, para incidir en que la ministra «está poniendo en tela de juicio la política de todos estos años» que ha involucrado a todas las administraciones y a todos los partidos para concienciar a la sociedad.
Por su parte, la portavoz de CiU, Mercé Pigem, centró su intervención en que si bien «se han tomado muchas medidas y muy importantes» en materia de violencia machista, «o son todavía insuficientes o no acabamos de encontrar el mecanismos para dar la vuelta a la triste situación». En su opinión, es fundamental «redoblar esfuerzos» en los casos de muerte en los que sí había denuncia previa y medida de protección, tres en lo que va de año.
De parte del Grupo Socialista, la portavoz Carmen Montón, acusó a los ‘populares’ de «cinismo» y «doble moral» por criticar el programa ‘Educa en Igualdad’ «reduciéndolo al absurdo y basándolo en la supuesta pretensión de prohibir cuentos infantiles como Cenicienta o Blancanieves» y defendió que el consenso en materia de violencia de género y las evaluaciones continuas «para poder mejorar» porque «de la violencia en España se puede salir».
