Un acusado de asestar 37 puñaladas a su pareja ha reconocido hoy en el juicio los hechos, aunque aseguró que actuó en legítima defensa en el transcurso de una discusión en la que su mujer le agredió con un cuchillo de cocina.
Un jurado popular de la Audiencia Provincial de Madrid ha comenzado esta mañana a enjuiciar a Mustapha S. por un delito de asesinato con la agravante de parentesco. El fiscal solicita para el procesado una pena de 19 años de cárcel.
El tribunal de jurado deberá deliberar cuando concluya la vista oral si el procesado mantenía una relación con la fallecida para justificar la agravante de parentesco y si hubo ensañamiento para sustentar el delito de asesinato y no de homicidio.
Antes de la declaración del acusado, el fiscal expuso al jurado popular que debe valorar que la mayoría de las puñaladas tuvieron lugar cuando la víctima estaba agonizando, sufriendo un dolor innecesario. La defensa del abogado insistió en que «no hubo ensañamiento, no eran ya pareja y no había ánimo de matar».
Tras ello, el procesado relató que la madrugada del 19 de febrero de 2007 estuvo consumiendo alcohol y cocaína con su ex pareja después de acudir a su domicilio para consolarla por los problemas que la mujer tenía con su actual pareja.
«Me llamó para que fuera. Quería tranquilizarla», ha apuntado el procesado, quien tenía entonces una orden de alejamiento a raíz de varias denuncias por malos tratos interpuestas por la víctima. «Ella me dijo que la orden había caducado. Soy culpable de no ir al juzgado para comprobarlo», ha señalado.
Respecto a los hechos, contó que después de estar consumiendo toda la noche, su ex pareja quería más cocaína y se inició una discusión con motivo de que no había más dinero para ello. «Se fue a la cocina cogió un cuchillo y me amenazó con matarme. De repente vi sangre en mi cuerpo. Quería protegerme. No era mi intención hacerlo», ha indicado, a lo que ha añadido: «todo pasó muy rápido».
El fiscal sostiene que la mañana del 19 de febrero de 2007 se inició una discusión con su compañero sentimental en el transcurso de la cual cogió un cuchillo y le asestó 37 puñaladas en cara, cuello, torso y hemitórax.
