Andalucía registró el pasado año un total de 15 muertes por violencia de género, una cifra que representó el 25,4 por ciento del total de los femicidios que acaecieron en España, donde fallecieron 59 mujeres a manos de sus parejas o ex parejas. La Comunidad Autónoma presentó así en 2009 una tasa de 4,24 muertes por millón de mujeres mayores de 14 años, situándose en la tercera a nivel nacional, por detrás de La Rioja o Canarias, con tasas de 7,29 y 5,56 respectivamente.
Por provincias, Málaga fue la que presentó un mayor número de femicidios (cuatro), si bien la que presentó mayor tasa, en relación a su población, fue Almería, con tres. Tras Almería (con una tasa de 10,9 femicidios por millón de mujeres) se situaron Málaga (con una tasa del 5,9) Córdoba (con dos muertes y una tasa del 5,8), Granada (con una tasa del 5,1 y otros dos fallecimientos) y Huelva (con una muerte y una tasa del 4,6). Le siguieron Sevilla (dos muertes y tasa del 2,5) y Cádiz (un femicidio y tasa del 1,9) y, por último, Jaén que no tuvo ningún caso.
El perfil de la víctima fue el de una mujer de entre 55 y 64 años, o el de una joven de entre 25 y 34, si bien destaca que el tramo de edad comprendido entre los 15 y los 24 fue más frecuente entre las muertes que el de entre 35 y 44 y el de 45 y 54, lo que se traduce en que los comportamientos agresivos con la mujer a edades tempranas no son tan bajos «como sería de desear», según se señala en la Memoria de la Fiscalía de la Violencia a la Mujer de la Comunidad Andaluza, presentada este martes en Granada y consultada por Europa Press.
De las 15 víctimas, 13 fueron de nacionalidad española y dos extranjeras, una rumana y otra lituana, unos datos que no se corresponden con los que se registran a nivel nacional, ya que el 40,9 por ciento de los fallecimientos fueron de mujeres de fuera de las fronteras españolas. No obstante, la tasa de femicidios de españolas se situó en el 3,99 mientras que la de extranjeras alcanzó el 7,26, lo que indica que las segundas tiene más riesgo de morir a manos de sus parejas que las españolas.
EN ANDALUCIA, MAS PROBABLES LAS MUERTES DE ESPAÑOLAS
Además, según la Fiscalía, si la tasa de femicidios de españolas en Andalucía es 3,99, y en el resto de España de 1,76, esto demuestra que las españolas residentes en Andalucía tienen 2,26 veces más riesgo de sufrir femicidio que las españolas que no residen en Andalucía. Al contrario, son las extranjeras no residentes en Andalucía las que tienen un mayor riesgo de sufrir femicidio con respecto a las que no residen en Andalucía, 1,25 veces más. Es decir, que en Andalucía es más probable la muerte por violencia de género que en el resto de España si la mujer es española y es menos probable que en el resto de España si la mujer es extranjera.
Sobre el historial de maltrato de las víctimas, el Ministerio Público señala que no en todas las mujeres asesinadas en Andalucía se tiene constancia fehaciente de si habían sufrido o no malos tratos previamente, si bien se tienen datos de 13 de ellas, de las que consta que cinco habían sufrido malos tratos previos lo que representa un 38,5 por ciento, y demuestra que en el 61,5 por ciento de las mujeres asesinadas no existían.
De las cinco mujeres que figuran haber sufrido malos tratos previos, sólo en dos casos (40 por ciento) la mujer presentó denuncia, de manera que de las 13 asesinadas de las que constan datos, sólo dos (15,4 por ciento) habían presentado denuncias contra su agresor. En estos dos casos, la Fiscalía pidió orden de protección y en uno se concedió y en otro se negó; además no hubo condena en ninguno de los dos y en uno de ellos la mujer se negó a declarar.
El agresor tipo del pasado año fue un hombre de entre 55 y 64 años, o más de 64 años, si bien también es elevada la tasa de los agresores de 15 a 24 años y en el grupo de 35 a 44. La edad media de la víctima se situó en los 45,3 años, mientras que la del agresor fue de 50,3. También en este caso, 13 de los 15 agresores fueron españoles y dos extranjeros, sin embargo, según la Fiscalía, la tasa de los femicidas es mayor en el caso de los segundos, de manera que los extranjeros tienen mayor riesgo de cometer este tipo de crímenes.
Sobre la actuación posterior al crimen cometido por el agresor, la Fiscalía tiene datos de 14 de los 15 casos. De ellos, cinco se suicidaron, el 35,7 por ciento, y nueve no los hicieron (aunque uno de ellos lo intentó) lo que supone el 74,3 por ciento de los casos. De estos nueve, ocho fueron detenidos y uno se entregó.
La vinculación más frecuente entre víctima y agresor fue el pasado año la de cónyuges, en un 53,3 por ciento de los casos, después la ex-pareja (un 20 por ciento), la pareja (un 13,3 por ciento), y por último ex-cónyuges y ex-novios (cada uno con un 6,67 por ciento). Además, de las ocho mujeres que eran cónyuges de sus asesinos tan sólo una tenía un proceso de separación en marcha.
En diez de los quince casos, el femicidio se cometió en un domicilio, lo que representa el 66,7 por ciento del total, en los cinco restantes, tres fueron en la calle, uno en un canal y otro en una carretera (A-44). En cuanto al método empleado, predominó el arma blanca (26,67 por ciento de los casos) y el arma de fuego (en el mismo 26,67) y tras ellos toda una serie de modos diferentes, de los que llama la atención que en dos de ellos los homicidios se cometieron con incendios con lo que de sufrimiento acarrea a la víctima. En seis de los 15 casos se dieron circunstancias de cierto ensañamiento con la víctima (11 puñaladas, múltiple disparos…). Además, el 60 por ciento se produjeron en fin de semana (viernes y sábado) y la mayoría en ámbitos urbanos frente a los rurales
