La policía cree que la madre de CJ fue quien mató a sus hermanos e incendió la casa

La autopsia del adolescente de 14 años CJ Romoy, al que inicialmente se le atribuyó el asesinato de sus tres hermanos menores y el de su madre antes de suicidarse incendiando su casa en el distrito neoyorquino de Staten Island, ha demostrado que éste murió antes del fuego, por lo que las sospechas recaen ahora sobre la madre, Leisa Jones.

Las autopsias practicadas a los cadáveres de Jones y de su vástago menor, Jermaine, de dos años, indican que ambas murieron por inhalación de humo, lo que apunta a que fue ella quien degolló con una navaja de barbero a CJ y a sus hermanas Brittany y Melanie, de siete y diez años, antes de provocar el incendio que acabó con la muerte del bebé y la suya propia.

Tanto Jones como CJ tenían pastillas en su estómago, lo que los investigadores explican argumentando que la madre tuvo que drogar a su hijo mayor antes de poder matarle y luego ingirió ella misma las pastillas, cuya sustancia no ha sido identificada.

Asimismo, la Policía ha confirmado que la nota encontrada entre los restos de la casa en la que se leía ‘Lo siento’, fue escrita por la madre y no por CJ, informó el diario ‘New York Post’.

El padre de CJ, Earlston Raymond, dijo que una amiga le había dicho que Jones le había comentado que a veces tenía ganas de matar a los niños, quemar la casa y matarse. Además, según el padre, que vive en Jamaica, Jones había hecho ese comentario a más gente, pero que sólo lo supo después de la tragedia.

Los cadáveres de Jones, de 30 años, y de sus hijos fueron hallados el jueves tras el incendio. Los investigadores sospecharon inicialmente del adolescente porque éste era conocido en el vecindario por su costumbre de jugar con fuego.

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