Alejandro de Abarca, capturado este lunes por la Guardia Civil y principal sospechoso del secuestro y asesinato de la joven rumana Ana Niculai, de 25 años, el pasado lunes, día 19, ha asegurado en su declaración ante la Guardia Civil que es inocente y que no mató a la víctima, según informaron a Europa Press fuentes del Instituto Armado.
En la mañana de ayer Alejandro de Abarca fue detenido en un punto próximo a la depuradora de Selva, después de que varios vecinos declararan haberle visto en Búger. El detenido llevaba desaparecido desde el mismo día en que presuntamente secuestró a Ana Niculai, quien fue hallada el mismo día de su desaparición con las manos atadas y calcinada en el maletero de un vehículo, aparcado en la carretera del municipio mallorquín de Muro.
Así, tras una semana de intensa búsqueda por diversos municipios de la Part Forana, la Guardia Civil centró ayer el operativo desplegado para hallar al sospechoso en las localidades próximas a Búger, tras el aviso de los vecinos. La operación concluyó con la detención del individuo, que se dirigió a los agentes para decirles que él no era Alejandro de Abarca.
El presunto asesino, que ya había sido detenido con anterioridad una decena de veces por delitos de robo y una agresión sexual, fue conducido a las dependencias de la Guardia Civil de Inca y de allí trasladado a la sede de la Comandancia, en Palma, donde en un primer momento se negó a declarar.
Sin embargo, tras horas de interrogatorio, De Abarca se pronunció acerca del delito que se le imputa y negó cualquier implicación en el crimen de Ana Niculai. Fuentes policiales señalaron que el sospechoso pasará mañana, entre las 9 y las 10.00 horas, a disposición del juzgado de instrucción número 1 de Inca.
La familia de la víctima ha convocado esta tarde una conferencia de prensa para agradecer la labor desempeñada por la Guardia Civil en la búsqueda del presunto asesino de la joven y para expresar su «incomprensión» por el hecho de que un «peligroso delincuente» como Alejandro de Abarca estuviese de permiso en el centro de reinserción social en el que estaba internado.
Ana Niculai fue secuestrada la mañana del pasado día 19 de julio cuando se disponía a salir del garaje en el que guardaba su vehículo para acudir a su lugar de trabajo, un bar que regentaba, junto a una socia, en la calle Socorro de Palma. Nunca llegó al establecimiento.