Los dos hermanos acusados de apuñalar a padre e hijo en Granada dicen que se defendieron de ellos sólo «a puñetazos»

Los dos hermanos acusados de apuñalar a un padre y su hijo tras una discusión de tráfico han asegurado este martes ante el tribunal que los enjuicia por la posible comisión de dos delitos de homicidio en grado de tentativa, en la Audiencia de Granada, que se defendieron de la agresión que sufrieron sólo «a puñetazos» y que en ningún momento usaron un arma blanca.

Los procesados se enfrentan a una petición fiscal de 10 años de prisión –solicitud que la acusación particular eleva a penas de 15 para cada uno de ellos– por un incidente que se produjo el pasado 2 de junio de 2009, sobre las 12,30 horas, en la calle San Antón de la capital granadina. Según ha relatado el primero de los inculpados, de iniciales D.G.U., de 32 años, todo comenzó cuando estaba cruzando la calle, momento en el que un vehículo, que circulaba marcha atrás para aparcar, estuvo «a punto» de atropellarle.

Por ello comenzó a increpar al conductor y a decirle cosas como «este imbécil se cree que por llevar un BMW la carretera es suya», dando un golpe en la parte trasera del vehículo. En ese instante, según ha explicado, un hombre de 52 años se apeó y le abofeteó en la cara, y comenzó un forcejeo en el que también intervino el hijo del conductor, de 24, que también empezó a darle patadas y puñetazos. De pronto apareció su hermano, que había quedado con él en ese lugar para acudir a una entrevista de trabajo, y ya no vio nada más porque «estaba muy aturdido y mareado».

Así las cosas, según su versión, la sobrina del hombre con el que se había peleado, que salió de una inmobiliaria cercana, les dijo a los hermanos que se marcharan porque la pelea ya había terminado. Los dos se fueron entonces en la moto del segundo y se quitaron las camisetas para limpiarse la sangre que les derramaba por su cara y fueron a comprar prendas nuevas para llegarse al lugar donde iba a producirse la entrevista para solicitar al encargado hacerla al día siguiente, teniendo en cuenta lo que había ocurrido.

Según el otro hermano inculpado, J.G.U., de 43 años, cuando él llegó al lugar de los hechos vio cómo un hombre y su hijo agredían a su hermano. «Estaban matando a mi hermano», ha dicho ante el tribunal el hombre, que ha reconocido que por ello se enzarzó contra el más mayor de los implicados y lo empujó contra la cristalera de un escaparate, momento en el que el acusado dice que se cortó en un dedo, probablemente por «una especie de cúter» que portaba el otro.

Por eso considera que las heridas inciso-contusas que sufrieron padre e hijo –este último más grave– se las hicieron ellos mismos con el filo de ese arma que portaba el primero en el transcurso de la trifulca. J.G.U. ha negado que aquel día portara una navaja y ha afirmado que «si hubiera sabido que el niño estaba herido» se hubiera quedado allí para auxiliarlo. «Para mí todo fue una pelea sin importancia, de puñetazos», ha apuntado.

TESTIMONIO DE LOS DENUNCIANTES

Testimonio opuesto han mantenido las supuestas víctimas, que han declarado que el primero de los hermanos comenzó a increparlos cuando aparcaban el coche en la vía y que después, mientras el padre visitaba una notaría, se quedó en las cercanías haciendo gestos amenazantes de que iba a cortarles el cuello y llamó a su hermano por teléfono para que le ayudara en la agresión que supuestamente planeaba.

Según ha mantenido el padre, el primero de los acusados comenzó a pegarle de tal manera que no podía zafarse de él, por lo que su hijo intervino para separarlos. En un momento del forcejeo vio cómo un segundo individuo se dirigía corriendo hacia ellos tras bajarse de su moto y con un casco puesto con «una navaja de doble filo de unos siete u ocho centímetros de hoja».

Con ese arma, ha explicado, el segundo de los hermanos le apuñaló en piernas, glúteos, manos y brazos y, al intervenir el hijo, éste fue también apuñalado en el costado izquierdo. «No llamé a la Policía desde un primer momento porque no pensé que la discusión anterior podía desembocar en esa barbaridad. Cuando vi enfrente al primero esperándome lo noté alterado, pero no pensé que pudiera ocurrir lo que ocurrió», ha señalado.

El hijo también coincidió en cómo se produjo la agresión y ha negado que él o su padre iniciaran con golpes la discusión. Tanto él como su padre y su prima, que también presenció lo ocurrido al trabajar en una inmobiliaria cercana a la zona, han declarado detrás de una mampara para evitar ser vistos por sus presuntos agresores.

La vista continuará este miércoles con la declaración de más testigos, los peritos, y la exposición de informes y conclusiones de las partes, con lo que el juicio quedará previsiblemente visto para sentencia.

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