Una mujer de 33 años acusada de un delito de lesiones en el ámbito familiar por morder a su hijo adolescente en un brazo ha aceptado 56 jornadas de trabajo en beneficio de la comunidad y una orden de alejamiento que le impide acercarse al menor durante un año y un día. Este, por su parte, ha renunciado a los 90 euros de indemnización solicitados por la Fiscalía.
El juicio se celebró de conformidad este miércoles en el Juzgado de lo Penal número 3 de Oviedo, después de que el joven declinase testificar en contra de su progenitora, a la que denunció en julio de 2009 y para quien la Fiscalía pedía siete meses y medio de cárcel.
Según la calificación del fiscal, los hechos sucedieron sobre las 11.45 horas del 12 de julio del año pasado en el domicilio que ambos compartían, en Oviedo. Al parecer, la discusión estuvo motivada por una orden de la madre para que el menor ordenase la habitación.
Durante la agresión, la primera le lanzó una chancla a su hijo y ambos acabaron cayendo en la cama, donde ésta mordió la mano derecha del menor, que sufrió contusiones y erosiones en antebrazo y brazo, de las que tardó en curar tres días «sin impedimento para sus ocupaciones habituales». La acusada carece de antecedentes penales.
El joven, que acudió acompañado de un educador del centro de trabajo en integración y desarrollo social Trama, participa en el programa Itaca que la Consejería de Bienestar Social ha puesto en marcha para apoyar a los mayores de 16 años en la última fase de independencia.
