La abogada defensora de Tomás A.R., «El Brujo», Ascensión Joaniquet, ha reconocido hoy ante el tribunal de Ibiza que le juzga, como presunto autor de abusos sexuales de trece menores, que mantuvo relaciones con las niñas, pero consentidas.
Este alegato de la defensa de «El Brujo» contradice la propia versión dada el lunes en el juicio por el acusado, que afirmó que solo tuvo relaciones «no completas» con una de menores, pero no con el resto.
Ayer por la tarde, el fiscal mantuvo su petición de 138 años de cárcel para Tomás A. R., «El Brujo», por 19 delitos de abuso sexual, y de 34 años para el otro acusado, Alberto C.D.L.C.
En la quinta y última jornada del juicio, celebrada hoy, la letrada de «El Brujo» ha reclamado la absolución de su defendido porque la declaración de las víctimas no ofrece la fiabilidad necesaria para «enajenar» la presunción de inocencia del acusado.
La abogada Ascensión Joaniquet ha afirmado que de los testimonios ofrecidos por las denunciantes se desprende que mantuvieron relaciones sexuales consentidas, «quizá como forma de superar sus complejos», pero no por un abuso de autoridad del acusado puesto que «son las mismas amigas las que empujan» a sostener estas relaciones.
La defensa de «El Brujo» ha subrayado que existen «fisuras» en los testimonios aportados por las denunciantes y que «no basta el desequilibrio de edad» entre ellas y «El Brujo» para suponer que hubo abuso por superioridad.
Entre estas «fisuras», la defensa hizo hincapié en que las presuntas víctimas habrían llevado a sus hermanas menores a conocer a Tomás A.R. después de haber sido forzadas por él; que «amigas íntimas» no hablaran de los hechos aun encontrándose juntas en el momento de suceder, o que, después de haber sido presuntamente forzadas, volvieran a encontrarse a solas con él en repetidas ocasiones.
También ha resaltado la defensa de «El Brujo» que las denunciantes en la instrucción del caso se refirieron solo a las «promesas de una vida maravillosa» como forma de control por parte del acusado, pero que, en cambio, en el juicio se hayan referido a «miedo irracional», exagerando o adornando así las declaraciones iniciales.
En caso de condena, la abogada de Tomás A.R. ha solicitado la aplicación de la eximente incompleta por enajenación mental y la atenuante de dilación indebida por la demora de 4 años en la instrucción del procedimiento.
También ha pedido el sobreseimiento de cinco de las denuncias por prescripción de los hechos puesto que transcurrieron más de diez hasta que fueron denunciados.
El defensor de Alberto C.D.L.C.,José María Cánovas, quien ha solicitado también la absolución, se ha referido a las conclusiones de la acusación como «imaginativas» y ha asegurado que «la no aparición» del nombre de su defendido en los informes psicológicos demuestra que las relaciones, admitidas por él, fueron consentidas.
