La anciana muerta en Gijón acusó a su pareja antes de morir de haberle golpeado en la cabeza, según los vecinos

Los dos vecinos que atendieron antes de morir a Fermina Feito, la mujer de 84 años que falleció en 2009 supuestamente horas después de ser golpeada por su pareja, A.T.G., de 78 años y enfermo de Alzheimer, relataron que la mujer acusó al hombre con el que convivía de haberle golpeado en la cabeza. Así lo declararon en el inicio del juicio que tuvo lugar en el Penal 2 de Gijón, con la ausencia del acusado, que no pudo asistir por problemas de salud.

El primero de los testigos, un vecino del tercero -dos pisos menos que la fallecida–, ha explicado que cuando llegó al portal se encontró a la mujer en el ascensor tirada y que ésta se quejaba de un golpe en la cabeza. El joven la subió a casa de él y llamó a una vecina para que la acompañara mientras venía la Policía, ya que él tenía que atender a su madre que estaba en silla de ruedas.

Asimismo, ha indicado que Feito estaba «muy nerviosa» y que estaba «muy agotada», por lo que la sentó en una silla. De hecho, ni siquiera los agentes de Policía lograron ponerla en pie y llegó a vomitar, aunque no tenía una lesión visible, según él.

Por su parte, la otra vecina del cuarto ha asegurado que la mujer afirmaba que le había dado su pareja el golpe y que la había confundido con otra persona, con una ladrona. La mujer se mareaba, por lo que tenía que estar sentada.

También testificaron los tres hermanos de la fallecida, los cuales confirmaron que la pareja de su hermana no quería que tratara con ellos y en más de una ocasión se había ido de casa y la había dejado sola. Además, señalaron que la mujer cojeaba de una pierna porque su pareja le había dado una patada en la rodilla para evitar que fuera al funeral de un familiar de él.

Uno de ellos ha apuntado que la fallecida le indicó que en una habitación, que tenía bajo llave, tenía guardado el testamento, la escritura del piso y dinero. Una cuestión de la que también le habló a su hermana, a la que en una ocasión le pidió que fuera a vivir con ella. «En esa habitación no dejaba entrar a nadie», ha comentado el primero.

Los tres hermanos descartaron que la fallecida necesitara dinero, ya que vivía «bastante bien», además de haber vendido fincas, una tienda y un piso antes de ir a vivir a Gijón. La mujer vivía con su pareja tras haber enviudado dos veces, por lo que cobraba una buena pensión. Aunque los tres dijeron tener una buena relación con la fallecida, no supieron explicar por qué el testamento era a nombre de la Iglesia y no ellos.

Durante el juicio ha declarado también una vecina del sexto, quien entabló amistad meses antes con la fallecida, en mayo de 2009. La mujer ha contado cómo Feito le decía que su pareja se portaba mal con ella y que cuando se enfadaba tenía mucha fuerza. No obstante, ha aclarado que ella nunca presenció ningún maltrato y que si no fue a la Policía fue porque Feito le dijo que había ido y que se habían reído de ella.

Lo que sí hizo fue llevar a la mujer al psiquiatra en Jove por unas alucinaciones que tenía, al creer ver en la calle a su pareja cuando no había nadie, aunque le indicaron que era razón de su edad. También el imputado perdía a veces la conciencia y decía que ella no era su mujer, que era una señora que entra en su casa.

Además, ha testificado que no se sorprendió cuando se enteró de la agresión que acabó con la vida de su vecina, por todo lo que ésta le contaba y porque le confesó una vez que el problema de la rodilla era de una patada que él le dio, aunque a los demás decía que se cayó. La testigo ha confirmado que la fallecida quería vender el piso para entrar en una residencia. Por otro lado, le contó que él sólo le daba 300 euros y el resto lo ponía encima de un armario, pero también que ella tenía dinero.

El Ministerio Público, y de igual modo la acusación particular, solicita cuatro años como máximo de internamiento en un centro psiquiátrico para el imputado y el pago de una indemnización de 60.000 euros a cada uno de los tres hermanos de la fallecida y a uno de ellos el abono que hizo por los gastos del sepelio, que ascendió a 2.446 euros. El juicio se reanudará el día 12.

Según el informe fiscal recogido por Europa Press, los hechos tuvieron lugar sobre las 17.00 horas del 30 de noviembre de 2009, cuando se encontraba la pareja en su domicilio. El hombre asió entonces por los brazos a su compañera y la zarandeó violentamente, golpeándola en la cabeza contra una superficie plana en repetidas ocasiones, «con la intención de causarle año pero convencido de que no se produciría la muerte».

Como consecuencia, la mujer sufrió heridas graves y falleció horas después en el hospital de Jove, donde ingresó sobre las 19.00 horas. El imputado tiene diagnosticada la enfermedad de Alzheimer y en el momento de los hechos padecía un episodio de delirium que alteró sus capacidades cognitivas y volitivas.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído