Familiares de las atropelladas en Paseo Colón de Sevilla piden la «máxima pena»

Familiares de las jóvenes atropelladas mortalmente el pasado 4 de abril de 2010 en el Paseo Colón de Sevilla, Patricia Alfaro, de 26 años de edad y natural de Madrid y Almudena González, de 30 años y vecina de Mairena del Aljarafe (Sevilla), han pedido este miércoles la «máxima pena» para el acusado del atropello, Fernando Vargas, y han calificado de «bazofia» el Código Penal.

El Juzgado de lo Penal número 8 de Sevilla enjuicia desde primeras horas de este miércoles y hasta el viernes a Fernando Vargas, el conductor acusado de atropellar mortalmente a las dos jóvenes cuando volvían de ver procesiones de Semana Santa en el centro de la capital. Por estos hechos, la Fiscalía le pide nueve años y seis meses de cárcel y el pago de una indemnización de 96.869,86 euros, pues entiende que condujo «de forma despreocupada, sin atender a las señales de tráfico y a una velocidad excesiva».

En declaraciones a los periodistas, el padre de Patricia, José Alfaro, y la hermana pequeña de Almudena, Rosa Gómez, han afirmado que quieren la «máxima pena» para el acusado del atropello de sus familiares, ya que «conducía ebrio, bajo los efectos de las drogas, con el carnet retirado y a 126 kilómetros por hora».

En este sentido, la hermana de Almudena ha manifestado que «hoy es muy fácil asesinar y atropellar», por ello no se conforman con los nueve años y seis meses que solicita el fiscal y piden la «pena máxima». Por su parte, el padre de Patricia ha calificado de «bazofia» el Código Penal, ya que «en cuanto a la seguridad vial, su contenido es un insulto a la inteligencia humana».

«PSICOPATA ASESINO»

Para José Alfaro, el atropello de su hija y de su amiga fue una «cacería de un psicópata asesino» y ha considerado que el acusado tenía «intención de hacer daño». Por este motivo, ha opinado que no se le debe juzgar de «homicidio por imprudencia sino de dolo eventual» y por ello solicitan una pena mayor.

Por su parte, Rosa Gómez ha calificado de «absurdo» el testimonio ofrecido por el acusado en su declaración y se ha preguntado que «si al conducir se escucha perfectamente el ruido que hace una bolsa de plástico cuando la aplastas con las ruedas, ¿cómo puede decir éste hombre que no escuchó el impacto de los cuerpos de dos personas adultas en su coche?, eso no hay quien se lo crea», ha lamentado.

Ambos familiares han descrito a Patricia y Almudena como unas chicas «divertidas, alegres y trabajadoras», y han aseverado que desde el pasado 3 de abril, día en el que ocurrió el atropello mortal, están «hundidos, indignados y en tratamiento psicológico».

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