La Policía portuguesa investiga si existe relación entre el robo de Bótoa y uno similar

La Policía Judicial Militar (PJM) portuguesa investiga si el robo de armas cometido esta semana en la Base General Menacho de Bótoa (Badajoz) tiene relación con uno ocurrido en el Cuartel de Carregueira, en la localidad portuguesa de Sintra, el pasado mes de diciembre, aunque por el momento «no hay nada» que indique que existe una conexión.

Según confirmaron a Europa Press fuentes de la Policía lusa, tras conocer, a través de las informaciones aparecidas en prensa, que se había producido «algo similar» a lo ocurrido en Sintra en la provincia de Badajoz, en un lugar «cercano» a la frontera, las fuerzas de seguridad portuguesas entraron en contacto con las autoridades españolas para «intercambiar información» y estudiar si existe algún tipo de relación entre ambos sucesos.

No obstante, la Policía Judicial Militar no cuenta por el momento con «ninguna pista» que conduzca a pensar que los dos robos están relacionados, aunque, según indicaron las fuentes consultadas, esta hipótesis continúa investigándose, hasta que pueda descartarse por completo.

Las autoridades portuguesas creen que el robo en Carregueira tuvo lugar entre el 25 y el 31 de diciembre. En él, los asaltantes se llevaron, al menos, diez armas, entre fusiles de asalto y pistolas, cuya situación actual se desconoce.

YA HAY «SOSPECHOSOS» DEL ROBO EN PORTUGAL

Según han informado a Europa Press fuentes de la investigación, ya hay «varios sospechosos» de estar implicados en el robo en la base portuguesa, entre ellos algún militar, aunque por el momento no se ha llevado a cabo ninguna detección ya que se están recabando todas las pruebas posibles.

Desde el primer momento, en Portugal se apuntó a la posibilidad de que los autores del robo tuvieran información de dentro del cuartel, tal y como ha sucedido en el asalto a la Base General Menacho. Según indicaron fuentes militares, la rapidez con la que los asaltantes de Bótoa llevaron a cabo su acción, en un recinto de grandes dimensiones, y el modo en que la ejecutaron, conduce a pensar que «tenían información del interior», ya que «conocían muy bien» por dónde se movían.

La investigación judicial y policial del robo en continúa, como también lo hace la que lleva a cabo el Ejército de Tierra. Ayer, el Jefe del Estado Mayor de Ejército de Tierra (JEME), general Fulgencio Coll, anunció que había sido apartado de sus funciones el jefe de la seguridad de la base, por una comisión de servicios, y se centrará ahora en colaborar con la investigación. Además, los militares que formaban la guardia durante la noche del robo dejarán de prestar servicio de seguridad hasta que concluya la investigación.

El robo de Bótoa también movilizó en un primer momento a las fuerzas de seguridad portuguesas, que fueron alertadas para que reforzaran la vigilancia de la frontera por si detectaban «algún movimiento». No obstante, fuentes de la Guardia Nacional Republicana aseguraron a Europa Press que unas horas después la situación ya era de «tranquilidad», ya que las fuerzas de seguridad españolas no realizaron «ninguna otra petición».

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