La Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a doce días de localización permanente a un hombre acusado de una falta continuada de estafa por repostar repetidas veces gasolina para su motocicleta con cargo a una empresa para la que ya no trabajaba.
De esta forma, en una sentencia fechada el pasado 21 de marzo, la Sección Tercera de la Audiencia rebaja la condena que inicialmente estableció el Juzgado de lo Penal número 3 de Santander, que condenó al acusado a diez meses de cárcel por estos hechos.
Según se explica en la sentencia, el procesado, R.T.C., trabajó como repartidor de una empresa entre enero y abril del año 2007. Durante ese tiempo, repostaba en una gasolinera que cargaba las facturas a la empresa.
Cuando terminó su contrato, el hombre siguió varios meses echando gasolina a su motocicleta en la misma estación de servicio, sin avisar a los empleados de que ya no trabajaba para la empresa, así que las facturas se seguían pasando a la empresa, que cuando descubrió los hechos lo denunció.
El Juzgado de lo Penal número 3 de Santander le condenó en mayo de 2010 por un delito continuado de estafa, no sólo por los repostajes realizado tras finalizar la relación laboral, sino también por los que hizo cuando aún trabajaba para la empresa.
Tras recurrir, la Audiencia rebaja ahora la condena. Entre otras cosas, recalca que sólo se le puede acusar por la gasolina repostada tras finalizar el contrato, porque previamente la empresa conocía y aceptaba los cargos.
Y al final rebaja la condena porque, al no llegar a los 400 euros el importe individual de cada repostaje, no se puede considerar delito de estafa, sino falta continuada de estafa.
En consecuencia, le condena a doce días de localización permanente y a indemnizar a la empresa con el importe de las facturas, que alcanzaron prácticamente los 800 euros.
