La ONG habla de torturas por parte de "funcionarios encargados de hacer cumplir la ley"
Amnistía Internacional (AI) prosigue con su costumbre de denominar a la organización terrorista ETA como «grupo armado». Una denominación que ya ha generado polémica en el pasado, pero que, a la vista de su último informe anual, en la organización no se han molestado en resolver. Además, la organización pacifista asegura que el juez Baltasar Garzón fue suspendido por «investigar el franquismo», cuando lo cierto es que su suspensión llegó por un presunto delito de prevaricación al poner en marcha esas pesquisas.
Respecto a la banda criminal, AI incluye tres menciones concretas, siempre con el calificativo previo de «grupo armado», y no terrorista. Una de esas menciones aparece bajo el epígrafe «Abusos cometidos por grupos armados». Es justo en la que la organización se refiere a que «miembros del grupo armado ETA mataron en marzo a un agente de Policía francés en un tiroteo ocurrido en Dammarie-les-Lys, cerca de París». Resulta llamativo que AI hable de «matar» y no de «asesinar».
«Persistieron las denuncias de tortura y malos tratos infligidos por funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, y las investigaciones sobre ellas siguieron siendo inadecuadas», apunta el informe. Cabe recordar que los presos terroristas denuncian sistemáticamente haber sido torturados por las Fuerzas de Seguridad. En otro momento del documento, se hace especial referencia a la condena de varios agentes de la Benemérita en la Audiencia Provincial de Guipúzcoa por maltratar a dos etarras.
Artículo publicado íntegramente en La Gaceta. Si desea terminar de leerlo entre en la Web de Intereconomía