PEKIN, 10 (Reuters/EP)
Un miembro del organismo de anticorrupción de la provincia de Hubei, en el centro de China, ha dimitido por las protestas de la población convocadas por la muerte de un dirigente que falleció mientras era interrogado tras ser acusado de corrupción, según informaron este viernes medios locales.
El Gobierno de la localidad de Lichuan emitió un comunicado en el que pidió estabilidad y condenó la concentración de un «pequeño grupo» que se congregó el jueves a las puertas de un edificio del Gobierno para protestar por la muerte de Ran Jianxin, diputado del Congreso del Pueblo.
«El jueves, un pequeño grupo se concentró para lanzar basura a la Policía, rompieron una puerta de acero, interrumpieron el tráfico y afectaron el trabajo de las autoridades y la vida de los residentes», explicaron las autoridades en un comunicado publicado en el portal de noticias Sina.com.
En algunas redes sociales del país han aparecido fotos en las que se muestra a cientos de personas concentradas delante de un edificio del Gobierno de Lichuan, algunos enfrentándose a la Policía, así como vehículos blindados junto con decenas de vehículos para el transporte de las autoridades. No se ha podido verificar la autenticidad de estas imágenes.
Ran, que fue arrestado a finales de mayo acusado de recibir sobornos de inmobiliarias, murió el sábado mientras era interrogado, según informó este viernes la Radio Internacional de China. Zeng Zhengping, director de la Oficina de Prevención de Corrupción, está siendo investigado, según la radio.
«Proteger las reformas y el desarrollo en Lichuan y garantizar el orden normal de la vida del pueblo son los intereses fundamentales de los residentes de la ciudad», añadió el comunicado del municipio.
El Gobierno chino, cada vez más preocupado ante el aumento de los disturbios por el contagio de las revueltas del norte de Africa y Oriente Próximo, ha endurecido la censura y ha lanzado una amplia represión de líderes opositores.
Además, ha intentado condenar rápidamente a los instigadores de las protestas a través de fuertes condenas. Esta semana el Gobierno de la provincia de Mongolia Interior, en el norte de China, condenó a muerte a un conductor de camiones que mató a un mongol en un enfrentamiento durante una protesta.
