Monitores y testigos declaran ante los Mossos para aclarar cómo se ahogó el menor

Monitores y testigos declaran ante los Mossos para aclarar cómo se ahogó el menor
. EFE/Archivo

Los Mossos d’Esquadra están tomando declaración a monitores de la Fundación Social del Raval, testigos, socorristas y a responsables de Can Dragó de Barcelona conocer cómo se ahogó ayer un niño de tres años mientras se bañaba en la piscina, hechos por los que un juez ha abierto diligencias.

El chico se ahogó tras sentirse indispuesto mientras se bañaba en la piscina de Can Dragó, donde había acudido con un grupo de quince niños y cinco monitores, en una salida organizada por un «casal» de verano de la Fundación Social del Raval.

Los Mossos d’Esquadra, que han abierto una investigación para aclarar las circunstancias de la muerte del menor, están tomando declaración a los monitores que acompañaban al niño, así como a los responsables de Can Dragó, a los socorristas de la piscina y a testigos, según han informado a Efe fuentes de la policía catalana.

El objetivo de los investigadores es tratar de reconstruir qué ocurrió hacia las 14.00 horas de la tarde de ayer, cuando el niño se sintió indispuesto y se ahogó mientras se bañaba en la piscina.

El menor pudo ser rescatado con vida del agua, aunque poco después falleció en el hospital del Vall d’Hebron, donde llegó en estado crítico pese a que los equipos de emergencia estuvieron practicándole durante más de una hora masajes de reanimación en las instalaciones deportivas.

Los Mossos d’Esquadra también están pendientes del resultado de la autopsia -que se conocerá en los próximos días-, para determinar exactamente la causa del fallecimiento del menor.

Por su parte, la cónsul de Bolivia en Barcelona, Alicia Muñoz, se ha puesto en contacto con los padres del chico, originarios de este país, a los que ha mostrado su pésame y les ha ofrecido su apoyo y orientación, según han señalado a Efe fuentes diplomáticas.

El niño fallecido ayer tenía la doble nacionalidad española y boliviana, ya que había nacido en Barcelona, donde su familia se estableció hace años.

De hecho, según las mismas fuentes, los padres, que están a la espera de poder reagrupar a Barcelona a su otro hijo, que aún vive en Bolivia, no han decidido aún si quieren repatriar el cadáver a Bolivia o darle sepultura en la capital catalana.

El menor participaba en una actividad de la Fundación Social del Raval, que tenía contratado un seguro de accidentes y responsabilidad civil para las actividades anuales y de verano y que para la actividad acuática de ayer cumplía con la ratio de monitores necesaria, ya que había cinco responsables para un total de quince niños.

La Fundación Social del Raval atiende cada año a más de 150 personas de familias en situación de riesgo social con el objetivo de ayudarlas a integrarse en la comunidad a través de servicios integrales, pedagógicos y socioeducativos.

El Ayuntamiento de Barcelona ha activado el protocolo de atención psicológica que ofrece el servicio de Emergencias Sociales para atender a los familiares de la víctima, a los niños que estaban en la piscina en el momento del suceso, a los otros niños que atiende la Fundación y a sus monitores.

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