La Xunta justifica el cierre del Pazo de Meirás porque veranea la Familia Franco

El secretario xeral de Cultura, Antonio Fernández Campa, ha asegurado que el cierre durante el mes de agosto al público del Pazo de Meirás ante la llegada de sus propietarios, la familia Franco, para pasar sus vacaciones se debe al incremento en el coste de la seguridad que supondría mantener las visitas mientras sus propietarios habitan el inmueble.

Así lo ha asegurado en una entrevista concedida a Europa Press en la que ha apuntado que fue la empresa de seguridad que opera durante las visitas al Pazo –Prosegur– la que comunicó a la Xunta la necesidad de poner en marcha «un refuerzo» en el dispositivo por la presencia durante el mes de agosto de la familia Franco.

Aunque las modificaciones necesarias en el dispositivo «no se llegaron a concretar», si se explicitó que implicaría «más coste» para la Xunta, por lo que la Consellería de Cultura optó por modificar el programa de visitas, incrementándolo durante los meses de junio, julio y septiembre, y cerrando el Pazo de Meirás durante agosto.

«Nosotros no estábamos dispuestos a ninguna modificación que no implicase incrementar el número de visitas», ha señalado Fernández Campa, que ha incidido en que la Xunta apostó por «incrementar» las visitas al mismo coste, dado que el «principal objetivo» del Ejecutivo autonómico es que «las personas visiten el Pazo».

En concreto, para paliar esta situación, el Ejecutivo autonómico ha modificado el programa de visitas entre mediados de junio y mediados de julio, de modo que los visitantes podrán acceder al Pazo de Meirás también los jueves –además de los viernes– y con cinco turnos al día en lugar de cuatro.

Finalmente, esta modificación permitirá, ha explicado Fernández Campa, que visiten el monumento declarado Bien de Interés Cultural «500 personas más» que las inicialmente previstas, por lo que la Xunta ha visto esta solución «razonable».

COMUNICACION DE LA EMPRESA DE SEGURIDAD

Según ha indicado Antonio Fernández Campa, la Xunta tuvo conocimiento de la intención de la familia Franco de pasar el mes de agosto en el Pazo de Meirás por la empresa de seguridad que custodia el monumento.

«Nosotros no tenemos ninguna comunicación de ningún tipo de la familia Franco, de hecho, teníamos conocimiento a través de los medios de comunicación de lo contrario, de que no pensaban visitarlo», ha señalado el secretario xeral, que ha matizado, sin embargo, que no existe ninguna obligación de mantener comunicación entre la Xunta y los propietarios.

En este sentido, fue la empresa Prosegur la que comunicó esta «circunstancia» a la Consellería de Cultura, por información de «personas que viven en el Pazo», tras lo que se determinó la necesidad de modificar el dispositivo. Esta comunicación, ha indicado Fernández Campa, se produjo ya antes del verano, lo que permitió modificar el calendario de visitas desde mitad del mes de junio.

La propia empresa de seguridad, que es «la que lleva el control de las visitas», fue la encargada de «reajustar los días», de acuerdo con las solicitudes existentes, y desplazar las reservas de agosto «a antes o después».

Fernández Campa, que ha admitido que las reservas para visitar el Pazo están completas hasta 2012″, ha rechazado que la supresión del mes de agosto de las visitas vaya a provocar problemas a aquellos que no pueden acudir al monumento los viernes –día laborable– que está abierto al público.

En este sentido, ha recordado que la «obligación» de los propietarios de un BIC es «abrirlo al público» durante cuatro días al mes, aunque «lo habitual» es que se haga durante la semana. «En este caso, además, es un programa de solicitud, y todos los jueves y viernes están ocupados, por lo que creemos que existe demanda suficiente en día laborable», ha sentenciado.

«INTERPRETAR» LA LEY

Sobre si el hecho de que el monumento quede cerrado durante todo agosto contraviene la Ley de Patrimonio Cultural, que obliga a abrirlo cuatro días al mes, Fernández Campa lo ha rechazado, alegando que la normativa «tiene que interpretarse no siempre de una forma literal, sino conforme a las circunstancias». Como ejemplo, ha señalado que los meses que cuentan con cinco viernes, el edificio no permanece uno cerrado.

En contraposición, el secretario xeral ha señalado que el convenio establece un número de jornadas y de visitas al año, un cómputo que, con la modificación actual, queda «compensado» y se incrementan en 500 las personas que podrán visitarlo.

Sobre el futuro, el responsable autonómico ha asegurado que la Consellería de Cultura prevé «continuar» el próximo año con la apertura al público del Pazo, aunque no ha concretado a través de que vía. Tras recordar que «están pendientes de resolver distintos recursos», Fernández Campa no ha visto necesario incluir las posibles visitas de la familia Franco en el convenio, dado que «la posibilidad de modificar el programa de visitas es algo que el propio convenio permite».

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