Un joven confiesa haber matado hace cinco meses a una mujer en Azpeitia

El ‘niño bien’ que asesinó por 300 euros

El 'niño bien' que asesinó por 300 euros
Azpeitia, Guipúzcoa.

La historia del ‘niño bien’ que asesinó por 300 euros la cuenta Kerman Romeo desde Azpeitia (Guipúzcoa) en El País y se ha convertido en una de las más leídas de la edición online del diario.

La policía le tenía acorralado y optó por acogerse a los beneficios de la Ley del Menor. A las 18:30 horas del miércoles 17 agosto 2011, Ander E. entró junto a su padre y un abogado en la Fiscalía de Gipuzkoa y confesó ser el asesino de Amaia Azkue, la mujer de Zarautz que el 16 marzo 2011 apareció muerta en el embalse de Ibai-Eder del barrio de Nuarbe, ubicado en Azpeitia, a apenas 25 kilómetros de la citada localidad guipuzcoana. Cinco meses después de cometer presuntamente el crimen y únicamente un día antes de cumplir la mayoría de edad, dijo estar arrepentido.

Cuenta El País que los vecinos de Azpeitia no se explican que «un chico normal del pueblo» que vivía en una conocida urbanización cercana al santuario de Loiola, dotada de piscina y pista de tenis, y cuya familia trabaja en una popular empresa guipuzcoana de la zona, hubiera cometido un crimen atroz.

«No tenía ninguna necesidad económica ni mucho menos, porque son una familia de mucho dinero»

Según la policía, Amaia Azkue, natural de Orio, de 39 años, casada y con dos hijas, recogió en su coche a Ander, que hacía autostop, a la salida de un supermercado de Zarautz. Durante el trayecto, el joven la habría amenazado y sustraído diversos enseres, incluidas tarjetas de crédito, y posteriormente la golpeó en la cabeza hasta matarla. Después lanzó el cadáver atado de pies y manos al embalse de Azcoitia, se deshizo de algunos objetos en un contenedor cercano y aparcó el coche cerca del santuario de Loiola, a apenas dos kilómetros.

El mismo día de los hechos, el joven (rubio, delgado y muy alto, según pudo comprobar la policía autonómica en las grabaciones de las cámaras de una sucursal bancaria) extrajo 300 euros de un cajero de Azpeitia con la tarjeta de su víctima. Dos días después volvió a intentar usar la tarjeta, pero ya no fue posible puesto que había sido desactivada.

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