(Ampl) UGT y CC.OO. apoyan el modelo industrial de Repsol frente al interés de Sacyr y Pemex por el dividendo

UGT y CC.OO. apoyan el modelo industrial de Repsol, que genera «estabilidad y empleo», y temen que un hipotético control de la petrolera por parte de Sacyr y Pemex reoriente la política de la compañía hacia la mejora en el reparto de dividendos entre los accionistas, indicaron a Europa Press en fuentes de ambos sindicatos.

El secretario general de la Federación de Industrias Textil-Piel, Químicas y Afines de CC.OO. (Fiteqa), Joaquim González, expresó a Europa Press la «seria preocupación» de su sindicato ante la posibilidad de que una política «basada en el sentido financiero y el beneficio a corto plazo» provoque un «debilitamiento de un proyecto industrial de éxito como el de Repsol, con resultados positivos en industria, tecnología y empleo».

«Más allá de los intereses legítimos que pueda tener cada inversor o cada accionista, de ninguna forma pueden resolverse con un debilitamiento de un proyecto industrial como el de Repsol», afirmó González, en cuya federación se encuadra la actividad de su sindicato en la petrolera. «El sector precisa una política recurrente y constante de inversión», añadió.

«Con la situación del país, cuando en la empresa y por parte de los trabajadores todo el mundo está intentando hacer esfuerzos y una política consecuente dentro de la propia negociación de los convenios colectivos y acuerdos marco, nos abre un poco las carnes ver cómo se está reclamando que el objetivo principal de una alianza sea una mayor retribución al accionista, cuando estamos todos, también los trabajadores, en plena política de moderación y contención de costes», aseguró.

«Los esfuerzos tienen que dedicarse a reforzar el plan industrial. Lo otro es pan para hoy y hambre para mañana, y no podemos perder de vista que Repsol es una empresa con una influencia en la economía y el empleo del país muy importante», añadió, antes de reclamar «atención y responsabilidad» e insistir en que «no es un momento de peleas personales ni debilitamientos de un proyecto industrial».

Por otro lado, González lamentó la actitud del ministro de Industria, Miguel Sebastián, ante el acuerdo entre Sacyr y Pemex. «En esta coyuntura tan delicada, no se entiende bien el pobre papel cumplido por el ministro de Industria, que ha limitado su preocupación a un presunto mantenimiento de la españolidad de la empresa, por otra parte, no garantizado», afirmó.

PRIORIDAD: INVERSION Y EMPLEO.

Por su parte, el coordinador de UGT en Repsol, Jenaro Prendes, aseguró que «el actual plan estratégico a nivel nacional está bastante bien diseñado» y valoró positivamente las «dos grandes inversiones» en las refinerías de Bilbao y Cartagena.

«Para el que persigue un dividendo a corto plazo no le interesan estos proyectos. Como trabajadores, entendemos que estas inversiones están bien hechas», señaló Prendes, quien insistió en el «principio básico y social» de la necesidad de «invertir en políticas industriales que generen estabilidad y empleo».

DESINVERSIONES EN LATINOAMERICA.

El coordinador de UGT en Repsol dijo que su sindicato no entrará en «disquisiciones políticas sobre la presidencia o el equipo de dirección» de la compañía, y mantendrá como principal preocupación «la estabilidad del empleo, en primer lugar, y las políticas industriales a nivel nacional y mundial».

Para Prendes, un cambio de control afectaría especialmente a la actividad internacional de Repsol, en la que podrían realizarse desinversiones, especialmente en Iberoamérica. «Si para sacar dinero a corto plazo vamos a enajenar bienes a nivel mundial, nos preocupa», dijo.

«La necesidad de dinero rápido parece que indica que la única forma de conseguirlo es vendiendo lo más caro que tenemos, que son los estocajes y las reservas en todo el mundo, que en estos momentos lo único que conllevan son gastos de gestión en exploración», añadió.

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