Recibe sepultura el niño de dos años que falleció en un atropello en Torredelcampo (Jaén)

El niño de dos años que falleció en un atropello que tuvo lugar este miércoles en Torredelcampo (Jaén) ha recibido sepultura este jueves tras un «emotivo» funeral en el que se han vivido «numerosas muestras de dolor».

Así lo han indicado a Europa Press fuentes municipales que han precisado que la misa córpore insepulto se ha celebrado a las 16,00 horas en la parroquia de San Bartolomé, donde, al igual que en la plaza aledaña, han sido «muchísimas» las personas que se han congregado para transmitir su apoyo y condolencias a la familia del pequeño que «está destrozada».

Por ello, además, el funeral, en el que se han vivido «momentos de mucho dolor y emoción» ha tenido una duración más corta de lo habitual, ya que no se ha producido el tradicional pésame. A su término, el cuerpo del niño ha sido trasladado al cementerio municipal de Torredelcampo, donde ya reposan sus restos.

El suceso se produjo sobre las 12,55 horas de este miércoles, cuando el 061 recibió el aviso, tal y como precisaron fuentes sanitarias, y poco después, sobre las 13,40 horas, fue cuando el 112 tuvo conocimiento de los hechos a raíz de la llamada desde el centro de salud local en la que requería la presencia de la Policía Local y el forense, según señalaron desde el servicio unificado de emergencia.

Los primeros datos sobre el atropello apuntan a que se trató de un «accidente» que tuvo lugar cuando «al parecer el menor salía de una casa» en la calle Pizarro y chocó con una furgoneta sin que el conductor pudiera hacer nada por evitarlo, tal y como informaron las referidas fuentes municipales, que aludieron al informe de la Policía Local en el que destaca la información facilitada por «una testigo ocular que vio perfectamente lo que ocurrió». En este sentido, explicaron que el pequeño, de dos años, «salía de la casa y pudo escaparse de la abuela, se metió entre dos coches aparcados y se empotró con la furgoneta».

El vehículo, en el que iba un matrimonio que se dedica a la venta y reparto de embutido, poco pudo hacer por esquivar al niño, que «en lugar de ser despedido hacia atrás, quedó debajo», según las mismas fuentes, que han añadido que la furgoneta iba «muy despacio» por la citada calle del caso histórico que «es estrecha y no permite mucha velocidad». Además, al conductor, que como su esposa «está muy afectado por lo ocurrido», le fueron practicadas las correspondientes pruebas de alcohol y otras sustancias estupefacientes con resultado negativo.

Tras el atropello, el niño fue llevado inmediatamente hasta el cercano centro de salud, donde ni los médicos del mismo ni los del equipo del 061 que acudió allí pudieron hacer nada por salvarle la vida.

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