Dos de las 24 personas detenidas en Valencia el pasado sábado 31 de marzo de 2012 por su relación con un supuesto fraude en los exámenes para la obtención del título de patrón de embarcación de recreo han ingresado ya en prisión.
Uno es el máximo responsable de la empresa que daba los cursos para obtener las titulaciones náuticas de Patrón de embarcaciones de recreo, Patrón de yate y Capitán de yate. El otro es dueño de una empresa de artes gráficas, investigada por su posible implicación en la elaboración de documentos falsos.
El primero es el director de la Escuela Náutica Valencia, una empresa privada dedicada a la formación de alumnos para obtener los diferentes títulos de Náutica Recreativa. Cuenta con dos centros en Valencia y se anuncia en Internet con un curioso reclamo: «¡Somos las escuela náutica con mayor número de aprobados… Garantizado!».
La trama desmantelada el pasado fin de semana actuaba mediante dos procedimientos para manipular los exámenes. O directamente falsificaban los DNI de los alumnos para mandar a una persona que los suplantase en las pruebas o recurrían a un complejo sistema de comunicación para chivar las respuestas durante el examen. Nueve de los detenidos eran suplantadores y diez estaban haciendo el test con ‘pinganillo’.
Este último parece ser el caso del piloto de motociclismo Dani Pedrosa, que fue uno de los detenidos el sábado en Valencia. Pedrosa no era el único deportista de élite implicado. Ángel, delantero del Elche en Segunda División, también hizo el control.
«Siguiendo un mal consejo he cometido un error», reconoció este lunes Pedrosa cuando se destapó su detención. Según fuentes de la investigación, el piloto catalán fue cazado con un ‘pinganillo’ (un diminuto auricular) en su oído. Era el sistema planeado por la organización para ir indicándoles las respuestas correctas.
Algunos alumnos llevaban, además del auricular, una microcámara que captaba las cuestiones planteadas en el examen. Desde un domicilio particular se recibía la señal de vídeo y se transmitían las respuestas correctas.
La Guardia Civil, que practicó tres registros en Valencia, se incautó de más de una veintena de teléfonos móviles y ‘walkie-talkies’, un televisor, antenas de transmisión, una lupa electrónica, inhibidores de frecuencia, documentos falsos y tintas y pigmentos.
A los detenidos por hacer trampas se les imputa un delito de estafa. El resto se expone también a los delitos de pertenencia a organización criminal, falsificación de documento público y usurpación de estado civil.
Estos exámenes para la obtención de vairos títulos de embarcaciones de recreo se realizan en la Comunidad Valenciana bajo la vigilancia de la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente. Fuentes de este departamento han indicado que están «dispuestos a escuchar todas las recomendaciones que puedan llegar desde la Guardia Civil para mejorar la seguridad», en relación a la realización de estas pruebas, después de lo ocurrido.
Estas mismas fuentes de la conselleria han explicado a Europa Press que son los técnicos de Infraestructuras los que se encargan de «la custodia de los exámenes y de la vigilancia durante la realización de la prueba». «Ninguno de los técnicos ha cometido ninguna irregularidad», han afirmado desde la conselleria.
Los técnicos de Infraestructuras son los encargados de hacer las copias de los exámenes, que posteriormente se reparten, y de precintar las cajas donde se guardan hasta la realización de la prueba. Después son los que trasladan los exámenes, ya completados, a una sala para que los corrijan los profesores del Instituto Politécnico Pesquero, que depende de la Conselleria de Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua.