Hasta 175 pastillas (125 de orfidal y 50 de prozac) llegó a comprar el periodista desde el pasado 5 de julio y hasta el 17 de septiembre
«Este hallazgo merece ser explorado». Eran palabras del fiscal del caso Asunta la pasada semana. Se refería al ADN -perfil genético cruzado sin determinar el tipo fluido- que se detectó en la ropa interior de Asunta, entre la menor y su padre, Alfonso Basterra, según recoge el sumario -al que ha tenido acceso en exclusiva Cruz Morcillo- e informó hoy el programa de AR.
El Ministerio Público le hace la acotación a la abogada, Belén Hospido, cuando esta pide la libertad para su cliente. En todo caso, esta prueba, según fuentes consultadas, no implican su incriminación.
PASTILLAS A ‘MOGOLLÓN’
Si bien, no fue este el único dato desvelado durante la mañana en Telecinco. Hasta 175 pastillas (125 de orfidal y 50 de prozac) llegó a comprar el periodista desde el pasado 5 de julio y hasta el 17 de septiembre.
Un gran acopio de pastillas entre diazepam y nordiazepam (metabolito del primero, pero podría indicar otra benzodiazepina), según consta en el sumario. Cabe recordar que el tratamiento que tomaba Rosario Porto, a la que se había diagnosticado una depresión aguda, era pastilla y media de orfidal desde el 30 de julio.
El 2 de agosto le prescriben además prozac, según desveló Cruz Morcillo, de datos que recoge el sumario. El 18 de septiembre el psiquiatra (al que Basterra le llega a decir en una ocasión que cree que su mujer es bipolar) le mantiene el tratamiento, tres días antes de la muerte de la pequeña.
PARA LA DEPRESIÓN
La médico del centro de salud declara ante Taín que Basterra había ido hace dos años a pedir un tratamiento contra la depresión.
Los resultados son fruto de un segundo análisis del cabello y cercan la supuesta participación de Basterra, imputado por el presunto asesinato de la menor, cuyo cadáver fue localizado en una pista forestal de Teo (Santiago de Compostela) el pasado 21 de septiembre, al que los investigadores consideran el ideólogo del crimen.
Este jueves 28 de noviembre, coincidiendo con su tercera comparecencia ante el juez instructor del caso, se acogía su derecho a no declarar, al contrario que su exmujer, Rosario Porto, quien reconstruyó paso por paso sus movimientos la tarde-noche del crimen, adaptando su versión al relato del sumario. Cabe recordar que se sigue buscando el ordenador y teléfono personal de Basterra.
Varias son las testificales que recoge el documentocuyo alzamiento decretaba José Antonio Vázquez Taín el pasado día 19. Se habló con amigos de la pequeña, también de la madre.
El padre parece ser un gran desconocido, según se desprende de las declaraciones de los miembros más cercanos al entorno de Porto. Hasta dos veces fueron llamados por el juez el amigo marroquí de la madre de Asunta, quien habló por teléfono con la abogada la misma mañana del asesinato; y el empresario, que no fue hasta una segunda vista cuanto confirmó su relación esporádica con la imputada.
Por las dependencias judiciales pasaron, además, las profesoras de la menor y la madrina, con quien Asunta pasó gran parte del verano.