'EL NIÑO' DE FAES Y SUS ANDANZAS

Los ‘caseros’ de Nicolás estrechan el cerco sobre sus padrinos

Todo comenzó en la Fundación del PP y siguió enmarañándose hasta salpicar al Consistorio con agentes de la Policía Municipal y una empresa contratista que pagaba el alquiler del joven

Los 'caseros' de Nicolás estrechan el cerco sobre sus padrinos
Nicolás

Sólo hay una cosa clara hasta el momento en el caso del pequeño Nicolás: que no hay nada claro. El juez ha blindado el caso decretando el secreto de sumario, sus conocidos se llaman a andana y el Ayuntamiento de Madrid sigue investigando.

Lo que parecía el caso de un pícaro a mitad de camino entre el interés y el narcisismo está mutando en un extraño asunto en el que cada vez parece más evidente que alguien estaba detrás de Francisco Nicolás Gómez Iglesias para que llegara hasta donde llegó.

La cuestión del pequeño Nicolás ha golpeado de rebote a varias instituciones, desde la Casa Real al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) pasando el Gobierno y el Ayuntamiento de Madrid y llegando hasta el empresariado y la FAES.

Todo empezó en FAES

Precisamente la fundación dependiente del PP, aunque regida de forma particular por José María Aznar, fue el semillero en el que Nicolás comenzó a recabar contactos. Allí llegó con catorce años de la mano de su madre, una mujer muy de derechas, y pronto se ganó la atención de los responsables de FAES.

«Es muy fácil: les llenaba unos actos que sólo siguen los fieles de Aznar y los que van por obligación con gente muy joven», señala una fuente popular. A día de hoy, en FAES aseguran estar sorprendidos con el estallido del asunto de un habitual que llegó a hacerse pasar por familiar de algún alto dirigente de la fundación.

Sin embargo, las dudas están planteadas: ¿se usó desde instancias oficiales al pequeño Nicolás? ¿Contó con respaldos que pudieron abrirle puertas normalmente cerradas para cualquier veinteañero?

La cuestión no es baladí cuando cada día afloran más informaciones sobre sus andanzas. Miguel Bernard, de Manos Limpias, puso de manifiesto cómo en sus tratos reveló estar al corriente de conversaciones telefónicas que no podían haber sido obtenidas más que a través de pinchazos.

Ondas en el Ayuntamiento de Madrid

El chaval incluso llegó a poner escolta a Bernard. Algo que a él, por lo que se ve, le encantaba y que ha salpicado al Consistorio madrileño hasta el punto de obligar a Ana Botella -con la que también se fotografió- a abrir una investigación interna.

Por lo pronto, un agente de la Policía Municipal adscrito al servicio de protección de la propia alcaldesa ha sido relevado y apartado. Al parecer, este agente es el que apareció en el video de la visita fake del Rey a Ribadeo este verano pasado. El hombre se encontraba de libranza cuando acompañó a Nicolás.

Algo que ha dejado las puertas abiertas a uno de los asuntos que, sotto voce, recorren el Ayuntamiento: la posible presencia de agentes municipales que se sacarían un extra realizando trabajos de escolta privada o de seguridad en sus horas libres.

El propio Bernard, exfuncionario municipal, relató a El Mundo cómo reconoció a uno de los escoltas que usaba su arma reglamentaria en esas cuestiones.

¿Contrató Nicolás a personal de seguridad pública para sus actuaciones? La pregunta queda en el aire. Desde luego, no parece que, pese a presentarse como persona vinculada al CNI, fuese siquiera colaborador externo del Centro.

«Ningún agente con un mínimo de instrucción se identificaría como tal, y mucho menos con su nombre y apellidos reales», aseguran quienes conocen la dinámica de funcionamiento del CNI.

Los «caseros» de Nicolás

El «a mí me la han liado, me han engañado» con que se derrumbó ante el juez también está dando mucho que hablar. Otro tanto con su presunta faceta de «conseguidor» por parte de una constructora especializada en obra pública e infraestructuras que alquiló el chalet de El Viso en el que llegó a estar empadronado, según El Mundo: Edhinor.

La presencia de esta empresa ha llevado a Izquierda Unida a realizar una solicitud formal para conocer los contratos de dicha empresa con el Consistorio madrileño, que, por lo pronto, y en una Unión Temporal de Empresas (UTE) recibió el contrato de construcción de la Ciudad de la Seguridad municipal en los antiguos recintos feriales de la Casa de Campo el pasado verano por valor de quince millones de euros.

Asimismo, Edhinor también ha recibido otros contratos con el Consistorio madrileño.

La empresa, por su parte, se ha desvinculado de cualquier relación con Nicolás.

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