LA CONVIVENCIA, "INSOSTENIBLE"

El infierno personal del asesino confeso del actor Koldo Losada

Jon Ezkurdia mató a sangre fría en su casa a la que durante más de dos décadas fue su pareja, como así se lo reconoció a la Ertzaintza. Aún no ha aparecido el arma y queda mucho por aclarar

El infierno personal del asesino confeso del actor Koldo Losada
Jon Ezkurdia

En ningún momento lo negó. Ni siquiera esperó a estar ante el juez. Jon Ezkurdia se lo confesó todo a la Ertzaintza. Confesó que, después de toda una vida junto al actor Koldo Losada, le mató en la casa que ambos compartían.

El inquietante mensaje de despedida que el asesino confeso dejó escrito en Facebook horas antes de cometer el crimen ya había hecho sospechar -y mucho- a los investigadores de él. «La gallina ciega -el café bar que regentaba- comenzó sin ruido y así se va. Gracias por todo lo que nos habéis regalado».

Lo acompañaba una fotografía de Ezkurdia con la cara pintada un tanto macabra. Como la de payaso triste. Le había dicho a sus amistades que tenía un cáncer terminal, extremo que aún no ha sido confirmado.

Todavía no ha aparecido el arma homicida, así que los investigadores continúan trabajando a pleno rendimiento para dar con ella y esclarecer las circunstancias de un suceso que ha conmocionado a toda la profesión.

El café-bar que regentaba Ezkurdia, La Gallina Ciega, continuaba este viernes con la persiana echada. El local llevaba unas semanas así, cerrado. Un pequeño cartel indicaba que «Por ineficacia administrativa», no abriría hasta el miércoles 19 de noviembre, informa Vasco Press.

Después de más de dos décadas juntos, la pareja estaba en trámites de separación. Se cree que ello pudo tener mucho que ver. De hecho la familia de la víctima asegura que la convivencia se había vuelto «insostenible».

La Ertzaintza detuvo a Ezkurdia, de 54 años, acusado de un delito de violencia doméstica con resultado de muerte; y precintaron los contenedores de basura de la zona. En la inspecciones posteriores, los agentes localizaron el cadáver del perro que tenía la pareja, Gastón, un westy de color blanco, metido en una bolsa de basura. Al parecer, asfixiado.

También se encontraron ropa ensangrentada y dos almohadas. Pero aún queda por saber qué sucedió aquella trágica noche en el domicilio de un secundario al que la pequeña pantalla echará mucho de menos.

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