Lo ocurrido el miércoles 23 de marzo de 2016, durante la procesión de la Cofradía del Mayor Dolor de Antequera, trae cola.
Y en cabeza de la misma se sitúa el devoto y piadoso subteniente de la Banda de Guerra del Tercio Gran Capitán 1º de la Legión, Manuel Ruiz Vargas, de 58 años, quien dio un lamentable espectáculo mientras el público allí congregado reprochaba a voz en grito su actitud: desfiló con claros síntomas de embriaguez (de ello da fe el vídeo que acompaña a estas líneas).
Tras convertirse la grabación en viral, -y ponerle de paso verde el más pintado-, el mentado, con una dilatada carrera militar en la Legión de Melilla a sus espaldas, acudió raudo y veloz al hospital Vithas Xanit de Benalmádena para realizarse un análisis de sangre, y le detectaron restos de metanfetamina.
Según da cuenta ‘ECD‘, el legionario denuncia ahora tras iniciarse un proceso interno de investigación para determinar si había cometido algún tipo de falta que pudiese afectar a la buena imagen del Cuerpo, que alguien le intoxicó a mala idea.
En las imágenes se le puede ver esperando el toque de corneta para iniciar el paso, y perdiendo el equilibrio y el norte.
«Anda que… ¡qué vergüenza!» «¡Un aplauso al subteniente, con la borrachera que lleva! Ese es el ejemplo que das a tu súbditos»
le gritaban.
El protagonista niega con ahínco haber ingerido gran cantidad de alcohol, e incluso está sorprendidísima la hermana mayor de la Cofradía, que había compartido almuerzo con el legionario pocas horas antes y le había visto «totalmente normal».
Según explican algunos de sus compañeros y figura en el parte médico, el subteniente asegura que la ingesta de metanfetamina fue involuntaria y no consciente. Por lo que sospechan que «quizás en un determinado momento se le pudo ofrecer alcohol mezclado» con dicha sustancia.
