Ha muerto de la misma forma que muchas inocentes víctimas de su fanatismo: aplastado bajo las ruedas de un vehículo, solo que esta vez el escenario no ha sido Europa, sino la ciudad de Khasavyurt, en Daguestán, una de las veintiuna repúblicas que, junto con los cuarenta y siete óblast, nueve krais, cuatro distritos autónomos y dos ciudades federales, conforman los ochenta y tres sujetos federales de Rusia.
El vídeo que nos ocupa fue grabado en las inmediaciones del lugar, y las escenas del mismo son increíbles.
El protagonista no es otro más que un tal Valid Motsae, un tipo de 29 años que en el año 2014 juró lealtad al Estado Islámico, y que además de estar considerado como toda una leyenda en la región, llevaba haciendo de las suyas desde esas fechas, matando a mansalva y extorsionando a empresarios.
Se movía a sus anchas en un escenario de una insurgencia islámica de bajo nivel, con brotes ocasionales de separatismo, tensiones étnicas y terrorismo desde la década de 1990, y el Comité Nacional Antiterrorista de Rusia había puesto precio a su cabeza: 3 millones de rublos.
El mentado, líder de una peligrosa cédula, y al parecer conectado a los islamistas del Jamaat Shariat, se enfrentó en una carretera a la policía, disparando su AK-47 con el que mató a un agente e hirió a un transeúnte.
Cercado, y como puede apreciarse en las imágenes, trata de una manera torpe de cargar su fusil, momento en que es atropellado por un vehículo. Tras intentar levantarse y recibir de paso una lluvia de balas, lo remata otro coche, -según parece el mismo-, dejándole para el arrastre y propiciando su encuentro con Alá.