«Nunca tuvimos otra relación que no fuese la de amistad. Yo tengo mucho respeto por Paz y por su familia. Los dos tenemos hijos de edades similares y por eso solíamos quedar cuando yo iba a ver a mi hijo a Gijón. Una relación normal entre amigos».
A Javier Ledo Ovide le gustaba montar a caballo, como a Paz. Ambos habían trabajado en distintos negocios relacionados con la hostelería en la zona.
Ambos tenían perros y disfrutaban de ellos. Javier fue la última persona en ver con vida a Paz Fernández Borrego, la mujer asturiana desaparecida el pasado 13 de febrero.
A ambos les vieron juntos los vecinos de Navia (Asturias) antes de que ella desapareciese, según recoge Brais Cedeira en El Español.
Él, sin embargo, se ha afanado en los últimos días en reiterar una y otra vez que ambos no eran más que dos amigos que quedaban de vez en cuando a tomar el café.
Sin embargo, como demuestra la fotografía a la que ha tenido acceso en exclusiva El Español, la relación entre ambos era mucho más estrecha de lo que Javier se atrevía a reconocer.
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