La mujer a la que la Guardia Civil atrapó llevando en su maletero el cadaver del niño Gabriel Cruz y a la que acusa de haber asfixiado con sus manos al pequeño, antes de tirarlo a un aljibe lleno de lodo y ramas, hunde a su antiguo barrio de Burgos en la desolación por el asesinato del niño y la inquietud por la muerte de su primera hija.
En el club de alterne Piccolo, Miguel Ángel conoció a Ana Julia. Él era un camionero de Burgos, residente en el barrio obrero de Gamonal.
Se enamoró perdidamente de la dominicana. Era el año 1994.
«La sacó del prostíbulo. Ella no tenía nada de nada. Salió con una mano delante y otra detrás. Con decirte que no tenía ni bragas, que se la compramos nosotros».
Eso cuentan amigos de Miguel Ángell, que piden a Marta Espartero de El Español que no facilite ningún otro dato sobre ellos: están devastados con la noticia.
«Siempre fue una mujer rara, fría, poco cariñosa incluso con sus hijas. Pero de ahí a matar a un pobre crío… No sé qué clase de persona conocimos nosotros».
Según sus próximos, Miguel Ángel «compró» los papeles de Ana Julia al dueño del prostíbulo.
En poco más de un mes desde que inició una nueva vida junto a el camionero, ella ya se había quedado embarazada y habían contraído matrimonio civil.
«Todo fue rápido, rápido. Para que no se la pudieran llevar de vuelta a República Dominicana y pudiera quedarse tranquila con Miguel Ángel».
La pareja al principio residía en el piso de él, en la zona de Juan XXII de la ciudad castellanoleonesa.
Pero, en un golpe de suerte, les tocó la lotería y adquirieron un nuevo piso. Un séptimo en la calle Camino Casa de la Vega del barrio de Gamonal.
VÍDEO DESTACADO: La patada en los cojones a Ignacio Escolar por defender a la asesina de Gabriel
