El cadáver hallado este 22 de marzo de 2018 por un submarinista en la costa de Vizcaya es el de Concepción Barbeira, según ha confirmado la Guardia Civil de Gijón.
La asturiana desaparecida el pasado 2 de marzo salió de su casa en San Adriano (Castrillón) para dirigirse a su trabajo en el hospital San Agustín de Avilés y no llegó a incorporarse.
La identificación de la mujer ha sido posible gracias a las huellas dactilares. La autopsia descarta que el fallecimiento se haya debido a una muerte violenta.
Un submarinista aficionado localizó este jueves el cuerpo sin vida de una mujer flotando entre las localidades vizcaínas de Lekeitio y Ondarroa, cerca de la costa, según informaron fuentes de la Policía vasca.
Por la ropa que llevaba, la Ertzaintza creyó en un principio que podía tratarse de otra mujer desaparecida en Asturias, según avanzó la cadena SER.
El hallazgo se produjo a las 14.30 en la zona de Pauloatxa, precisa El Correo. Tras avistar el cadáver, el submarinista alertó a la Ertzaintza.
Poco después, el cuerpo, que estaba en avanzado estado de descomposición, fue rescatado por efectivos de Salvamento Marítimo y de la Cruz Roja del Mar, que lo llevaron a la costa.
Posteriormente fue trasladado al Instituto Anatómico Forense de Bilbao para practicarle la autopsia.
La Guardia Civil y la Policía Nacional trabajan ahora en la búsqueda otra mujer desaparecida en Asturias. Lorena Torre, de 40 años, desapareció el 1 de marzo por la noche en Gijón y su coche fue hallado aparcado en las proximidades de la playa de El Rinconín. Según la Policía Nacional, vestía un plumífero verde, pantalón vaquero y botas.
Además de estas dos mujeres, había una tercera, la gijonesa Paz Fernández Borrego, de 43 años, que desapareció el 13 de febrero en Navia (Asturias).
El 6 de marzo, su cuerpo sin vida fue localizado en el embalse de Arbón, a unos 12 kilómetros de Navia. Javier L. se encuentra en prisión como presunto autor de la muerte de María Paz Fernández Borrego.
La gijonesa, madre de dos hijos, fue asesinada, posiblemente el mismo día de su desaparición por varios golpes en la cabeza y el cuello «con un objeto romo», según la autopsia. La juez le atribuye homicidio o en su caso asesinato con agravante de género.
