Se llama Luciano M. y la Guardia Civil considera, eufemísticamente, que es una persona «de interés» para aclarar el crimen de Laura Luelmo, la joven profesora cuyo cadáver fue encontrado este 17 de diciembre de 2018 a unos cinco kilómetros de la casa donde vivía desde hacía muy pocos días en El Campillo (Huelva) (Última hora: Aparece sin vida el cuerpo de Laura Luelmo ).
El novio de Laura, Teófilo Jiménez, ha afirmado que esta le había expresado su temor ante la presencia de un hombre que la miraba fijamente al entrar y salir de casa.
Este hombre no era muy conocido en El Campillo, adonde se había trasladado a su salida de prisión.
Luciano es vecino de la misma calle del pueblo y también había regresado allí hacía poco tiempo, tras pasar muchos años en prisión (El ‘prenda’ que la asesinada Laura tenía por vecino y a quien apuntan todas las sospechas).
El hombre fue condenado por matar a cuchilladas a una mujer, Mari Carmen, en la localidad de Cortegana, en octubre del 2000. Ocho años más tarde, durante un permiso de la cárcel, Luciano, ya de vuelta en El Campillo, atacó e intentó violar a una joven en el parque del pueblo (El vecino gitano que vigilaba a Laura tiene un hermano gemelo que también es un asesino ).
La Guardia Civil trata de localizar ahora a Luciano, que tiene un hermano gemelo que también pasó por prisión (La cochinada de Echenique usando el cadáver de Laura Luelmo para aniquilar a VOX).
El hombre había regresado hace alrededor de un mes al pueblo, tras su estancia en la cárcel.
Vivía en la misma calle Córdoba, frente al piso en el que se instaló la profesora Laura cuando llegó al pueblo.
Algunos medios han publicado que los investigadores hablaron con él por teléfono hace dos días, pero con quien hablaron realmente fue con su hermano.
Nadie sabe dónde está Luciano ni tampoco su coche, un Alfa Romeo que también ha desaparecido del pueblo.
Los investigadores descartan que la mujer pudiera llegar por su propio pie hasta la zona de matorrales en la que se ha encontrado su cuerpo. La profesora se defendió antes de morir.
Apareció con signos de violencia y de haber sufrido una agresión sexual. La víctima presentaba, asimismo, signos de haber intentado defenderse de su agresor y algunas marcas en el cuello que podrían indicar que murió por estrangulamiento, aunque eso lo tendrá que determinar la autopsia que se le realizará en las próximas horas.
Luelmo había llegado a El Campillo el pasado 4 de enero para ocupar un puesto vacante en el instituto Vázquez Díaz de la localidad cercana de Nerva.
