Patricia G. salió este 11 de mayo de 2019 a pasear con su hija de diez años cerca de la finca aislada en la que llevaba oculta desde hace dos años y medio. En plena Sierra Norte de Madrid, en La Cabrera (Detenida la podemita María Sevilla, presidenta de Infancia Libre, por secuestrar a sus hijos).
Lo que no esperaba la de Podemos es que, a su regreso, apenas encerrarse de nuevo en la casa, llamarían a la puerta.
Eran agentes de la Unidad Adscrita de Policía Judicial a los Juzgados de plaza Castilla.
Los agentes liberaron a la cría y se llevaron detenida a la paisana, por su implicación en el secuestro de su propia hija.
La niña tenía 10 años en el momento de los hechos. La sospechosa Patricia González Arribas, de 44 y profesora de instituto en Azuqueca de Henares (Guadalajara), se había separado de su esposo y la custodia la consiguió ella. Él mantenía un régimen de visitas, pero desde febrero de 2017 no conseguía ver a la pequeña.
Además, ella le había denunciado en dos ocasiones y de manera totalmente falsa por abusos sexuales. Tras un litigio judicial de muchos años (el padre interpuso unas 200 denuncias por incumplimiento de visitas), se decretó una orden de busca y entrada en prisión contra la encartada.
Las investigaciones de la Unidad Adscrita comenzaron cuando hace tres semanas el padre de la menor se personó en estas dependencias policiales de Plaza de Castilla y transmitió los hechos.
Ya había denunciado en otras instancias anteriormente; incluso existían informes de la Comunidad de Madrid al respecto, pero no habían dado con el paradero de la pequeña.
Las pesquisas llevaron hasta la actual pareja de Patricia, a la que han sometido a seguimientos hasta saber que se encontraban escondidos en una casa a las afueras de La Cabrera (Madrid).
Se da la circunstancia de que Patricia pertenecía a Infancia Libre, la asociación que dirigía María Sevilla, la mujer detenida a finales de marzo por secuestrar a su pequeño y mantenerlo, también sin escolarizar, en una finca de Villar de Cañas (Cuenca).
En aquel caso, además, el pequeño estaba adoctrinado desde el punto de vista religioso, hasta el punto de que creía que su padre era el mismo demonio.
En el asunto de La Cabrera, existe adoctrinamiento, pero de otro tipo: la niña estaba educada para pensar que su padre era el enemigo. Eso sí, se encuentra en buen estado. Aunque no estaba escolarizada ni tenía contacto con otros menores, no estaba sometida a un régimen de total aislamiento como en el caso de María Sevilla.
De hecho, a raíz de aquella detención, el exmarido de la detenida en La Cabrera acudió a la Unidad Adscrita, puesto que supo que su mujer pertenecía a la misma entidad que Sevilla.
Patricia no tenía oficio y vivía de la pensión que le pasaba su exmarido. Se encuentra esta tarde en los juzgados a la espera de ser interrogada y se le imputa un delito de sustracción de menores. Podría ir a prisión.
Fuentes del caso indicaron que detrás de todo podría haber algún tipo de organización, habida cuenta de que son ya dos casos similares vinculados a la misma asociación, Infancia Libre, relacionada con Podemos.