A estas horas los vecinos están aún conmocionados. No se explican qué ha podido ocurrir pero lo cierto es que los hechos son terribles (Cuatro jóvenes pandilleros asesinan a un adolescente de 16 años y lo publican en Snapchat).
Una menor discutía, este martes 21 de mayo por la tarde, con su novio en una calle de Barcelona. La disputa fue subiendo de tono y la chica decidía terminar la bronca refugiándose del chaval en un bar que se encontraba a unos metros.
La menor accedía a la cafetería, ubicada en la avenida Mistral de la capital catalana, para intentar encontrar amparo en el local. Pero algo desconcertante iba a ocurrir solo unos segundos después, el propietario del negocio cerraba la puerta del inmueble para que nadie pudiera acceder.
El novio se acercaba al bar y escuchaba unos gritos aterradores. Su novia ahora pedía auxilio desesperadamente… algo estaba ocurriendo.
Como pudo, el novio se asomó por una pequeña ventana y comprobó aterrado el motivo por el que habían cesado los gritos: la menor yacía ensangrentada en el suelo del local. Rápidamente pedía ayuda en una panadería y alertaba también al 112.
Mossos, Guardia Urbana y asistencia médica acudían al lugar, nada podían hacer por la menor de 17 años que había muerto degollada. Su atacante le había cortado el cuello.
El autor material del crimen es el dueño del bar, Farid, un marroquí de 32 años que hacía solo 3 meses que había abierto el negocio en el Exaimple de Barcelona.
Él, minutos después de cometer el brutal asesinato, huía ensangrentado del lugar de los hechos a bordo de una bicicleta. Solo minutos después era interceptado, aún lleno de sangre, y detenido por una patrulla de la Guardia Urbana en Ciutat Bella.
La policía no ha encontrado ningún vínculo entre el hombre detenido por matarla y la víctima, según fuentes del caso. Oficialmente, los agentes descartan que se trate de un caso de violencia machista.
La chavala fue estrangulada y acuchillada en la primera planta de un bar del barrio barcelonés del Eixample, en una zona semipeatonal donde abundan los comercios.
La unidad de Homicidios de los Mossos d’ Esquadra se ha hecho cargo de la investigación de lo que es uno de los crímenes más desconcertantes a los que se han enfrentado desde hace años. No hay conexión entre asesino y víctima, no hay móvil del crimen, no hay nada con lo que trabajar hasta ahora.
Según han asegurado a Periodista Digital fuentes de la investigación, «el grupo trata ahora de buscar antecedentes psiquiátricos del detenido, porque no manejamos motivo alguno del crimen». Farid, según explican a PD las mismas fuentes, carecía de antecedentes delictivos en España.
Algunos testigos, vecinos de la zona, han asegurado a Periodista Digital que el propietario y presunto homicida es «una persona tranquila y normal» y que ya tenía «cierta clientela». No habían observado nada extraño si bien, afirman, haber considerado «raro que la cafetería llevase 3 o 4 días cerrada».