Así fueron los cinco días de pánico, burlas y vejaciones a Verónica hasta que se ahorcó

Así fueron los cinco días de pánico, burlas y vejaciones a Verónica hasta que se ahorcó
Trabajadores de Iveco, en una imagen de archivo.

Se lo contábamos este martes en Periodista Digital, Verónica Rubio, de 32 años y madre de dos niños de 4 y 9 meses, trabajadora de la fábrica de camiones CNH Industrial, propiedad del grupo Iveco, en Madrid, se quitaba la vida después de que sus compañeros compartiesen un vídeo sexual que al parecer la propia mujer se grabó hace cinco años.

Lo que más le preocupaba a la víctima era que las imágenes llegasen a su marido ya que fueron filmadas cuando ella aún no se había casado. La mujer se enteró a mediados de semana, pero no fue hasta el viernes 24 cuando su pareja recibió el vídeo. 

Fue en ese momento cuando Verónica decidió abandonar entre gritos su puesto de trabajo, ante la mirada de todos, ya que estaba sufriendo una profunda crisis de ansiedad. La presión pudo con ella y el sábado 25, solo 24 horas después de que su marido viese el vídeo, decidió quitarse la vida. 

Y esos cinco días anteriores fueron un calvario. La Policía Nacional ya se ha hecho carga de la investigación y centra sus pesquisas en todos los trabajadores de la empresa, los 2.500. Quienes fueron difundiendo en cadena el vídeo se enfrentan a un año de prisión.

Testigos han narrado a Periodista Digital el enorme calvario que sufrió esta mujer hasta que finalmente decidiese quitarse la vida el sábado de una forma terrible: ahorcándose. Verónica Rubio tuvo conocimiento que ese vídeo, grabado por su antigua pareja, había comenzado a difundirse después de recibir incómodas visitas hasta su puesto de trabajo en la planta con los mismos comentarios: «mira, sí eres la del vídeo».

Los corrillos comenzaron entonces a formarse en las pausas de trabajo o en los momentos del ‘cigarrillo’ y las risas, las burlas, los comentarios vejatorios, los insultos y el cachondeo general fue al ambiente que respiraba Verónica. Todos sus compañeros, la mayoría desconocidos para ella, sabían quién era y conocían su intimidad.

El WhatsApp echaba humo, no solo el vídeo sino también con memes alusivos a él y con Verónica Rubio como protagonista. «Llegaron a sugerir hacerse camisetas con algunos de las imágenes del vídeo», explica a PD una trabajadora de Iveco… y el miércoles explotaba y muchos de los que se burlaron la vieron llorar.

Fue cuando visitaba a los responsables de Recursos Humanos de la empresa que le aconsejaron denunciar el hecho y le ofrecieron unos días de baja laboral. Pero Verónica lo rechazó. El viernes se enteraba de que las imágenes le habían llegado a su marido y era presa de un ataque de pánico. Explotaba en su puesto de trabajo y delante de los compañeros que horas después iban a ser responsables indirecto de su muerte.

Ni los dos hijos de Verónica pudieron evitar que se pusiese una soga al cuello y se ahorcase.

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