Los funcionarios de prisiones están hartos ya de Juanin. El preso más famoso de la cárcel de Valdemoro que la pasada semana mataba a su dos cuñadas y hería a su suegra con una escopeta en Aranjuez. Lleva poco menos de una semana en el centro penitenciario y por su mal comportamiento ha sacado de quicio no solo al personal de prisiones sino también al resto de internos.
Ingresado en el módulo II de la prisión, destinada a ingresos y con especial protección atendiendo al artículo 75.2 del régimen penitenciario, Juan Mendoza está vigilado por un “preso sombra de confianza” y dos funcionarios con el fin de evitar que otros presos cumplan las amenazas y atenten contra su vida.
Los funcionarios de la cárcel de Valdemoro aseguran que Juanin no se va a autolesionar. El doble asesino no muestra arrepentimiento alguno por sus crímenes y cuando tiene ocasión repite con toda tranquilidad:
“se lo merecían, lo volvería a hacer”.
Pero lo que más preocupa a los funcionarios de prisiones no es su nulo grado de arrepentimiento, preocupa especialmente su actitud desafiante con otros presos que además pone en riesgo a todos los empleados del centro penitenciario. Según distintos testimonios aportados a Periodista Digital por funcionarios de la cárcel, Juanin provoca, molesta y reta al resto de población reclusa.
“Sale al patio cuatro horas al día, por seguridad cuando no hay persona alguna o actividad y aprovecha para molestar a todos tocando la guitarra a la hora de la siesta. Los internos ya se están quejando y comienzan a estar muy hartos”.
Juanin es consciente de las protestas, las escucha a través de las ventanas y pese a estar amenazado de muerte por sus compañeros de cárcel, esas quejas le motivan aún más para seguir provocando molestias a sus compañeros.
De momento, Juan Mendoza permanecerá recluido en Valdemoro, dada la proximidad geográfica al lugar de los hechos, hasta que concluyan toda la investigación de su doble asesinato.