Una desgracia. El pasado 12 de agosto, Leah Wilson, una adolescente británica de 17 años, fue hallada muerta en una piscina en Tenerife, donde se encontraba de vacaciones con su familia, que planeaba permanecer en la isla del 6 al 16 de agosto. Sin embargo, ese fatídico lunes la joven salió a bañarse sola muy temprano y se ahogó, según recoge el autor original de este artículo ABC y comparte Manuel Trujillo para Periodista Digital.
La madre de la joven se encontraba en la casa durmiendo cuando los gritos la despertaron. El mejor amigo de su hija, Renee Gobeer, la encontró ahogada en la piscina, según informa Daily Mail. Ambos intentaron reanimarla mientras los servicios de emergencia llegaban a la casa. Fue trasladada al hospital, pero no pudieron hacer nada por salvarla. Había demasiada agua en sus pulmones.
«Nunca superaré la muerte de mi hija. Solo dos días antes de fallecer había cumplido uno de sus sueños, nadar con delfines. Ahora ya no está», cuenta una madre desolada por la muerte de su hija adolescente.
Godbeer, de 18 años, ha creado una página de recaudación de fondos para repatriar el cuerpo a Reino Unido. Esperaban recaudar unos 10.000 euros, pero gracias a las donaciones de 767 personas ya han conseguido superar esa cifra y destinarán el sobrante al funeral de la menor.
