Dos detonaciones agitaron uno de los barrios deprimidos de la Costa del Sol. En esta ocasión fue en Fuengirola, donde un hombre cayó abatido por dos disparos de arma fuego. Las llamadas a Emergencias 112, sobre las 18.40 horas, aseguraban que se había producido una agresión con arma de fuego y rápidamente se activó todo el dispositivo de Policía Nacional, Local y Servicios Sanitarios.
Al llegar, los sanitarios confirmaron que había un hombre con al menos dos impactos en su cuerpo. Trataron de reanimarlo, pero estaba muerto. La víctima era una varón por el que no se pudo hacer nada para salvarle la vida. En el mismo lugar se tuvo que atender a una mujer por un ataque de ansiedad. Era una supuesta testigo de lo sucedido y no necesitó traslado.
En ese momento, el cadáver aún estaba caliente sobre un charco de sangre. Los sanitarios lo cubrieron con una manta mientras llegaba la comitiva judicial. Tras el levantamiento el cuerpo fue llevado al Instituto Médico Legal para la autopsia. La zona permanecía acordonada y había tensión por lo sucedido. Los familiares del fallecido clamaban sangre como justicia a la muerte.
La disputa se ha producido dentro de un clan familiar, cuyos miembros aseguraban que el fallecido y el agresor eran familia política.
La Policía Nacional mantiene abierta una investigación para aclarar las circunstancias de los sucedido.
Familiares del fallecido aseguraron que todo había surgido de una disputa entre el muerto y su homicida. «Mi primo había venido a decirle que no se llevara su hijo a robar».
Las mismas fuentes explican que ambos eran cuñados. Sin embargo, fuentes oficiales explicaban que el supuesto homicida se había dado a la fuga, estaba identificado y era un varón español de 53 años de edad. A esta hora sigue su búsqueda.
Fuentes oficiales explican que el presunto homicida sería el hermano de la pareja del fallecido. En el barrio había consternación por lo ocurrido, a primera hora de la noche los corros de vecinos seguían en la calle. Comentaban lo ocurrido, diciendo que ni el fallecido ni el agresor eran de allí. Los vecinos explican que uno de ellos tenía pareja en Los Núcleos y que por eso se encontraron en la salida del aquel edificio blanco.
La Policía mantiene su presencia para calmar los ánimos crispados por la pérdida pero ahora temen una venganza entre clanes. Podría no ser la única sangre derramada.
