La reacción de un pasajero deseoso por comenzar sus vacaciones no debe subestimarse. Es el caso de Michael Bradley, quien se disponía a coger un vuelo destino a Alicante con su familia, desde Manchester, y acabó pilotando él mismo el avión (un Airbus) para evitar su cancelación, ante la ausencia de uno de los oficiales.
La compañía EasyJet anunció un retraso de entre 3 y 4 horas y advirtió de la posible cancelación del vuelo Manchester-Alicante debido a la indisposición de uno de los oficiales de cabina, que al parecer no llegó aquel día al trabajo. Bradley, que se encontraba con su mujer y su hijo esperando en la terminal, no dudó en ponerse en contacto con la empresa responsable y ofrecer sus servicios, ya que es piloto profesional.
Así, el hombre especificó que estaba de vacaciones y había descansado durante los cuatro días anteriores. «Estoy parado en la terminal sin hacer nada. Tengo mi licencia conmigo y me gustaría mucho irme de vacaciones. Si queréis, estoy aquí listo para partir», aseguró en su llamada a la compañía.
Bradley, comunicó a los pasajeros que 40 segundos después la empresa le devolvió la llamada para dar luz verde a su propuesta. Desde EasyJet agradecieron publicamente la implicación y entrega de su piloto durante sus días libres: «Estamos agradecidos a uno de nuestros pilotos que viajaba de vacaciones con su familia y se ofreció como voluntario para operar el vuelo», explicó una portavoz de la aerolínea al diario The Independent.
Vestido de calle, delante de todo el pasaje, Bradley contó su historia ante los vítores y aplausos de aquellos que también agradecieron continuar con su plan de vacaciones.
«Si no os importa que uno de vuestros pilotos vista así hoy, nos vamos a Alicante»,
dijo el hombre mientras entraba a la cabina para poner rumbo a sus ansiadas vacaciones.
