Un error en la intervención que pudo costarle caro a los mossos que llevaron a cabo la detención. No le pusieron esposas y el sospechoso consiguió romper la luna del vehículo a cabezazos y puñetazos y salir de éste, encaramándose al techo del coche mientras la muchedumbre le jaleaba.
Ocurrió este pasado lunes por la noche en Sant Vicenç dels Horts, en la comarca de Bajo Llobregat de Barcelona. Los Mossos d’Esquadra recibieron una alerta de que se estaba produciendo un grave incidente entre personas de origen magrebí, en el que había presencia de armas blancas.
La violenta pelea tuvo lugar en la barriada de Can Ros, una zona habitualmente problemática. Los Mossos localizaron a los implicados en la pelea. Una persona se encontraba herida por un navajazo, por lo que se movilizaron hasta el lugar las asistencias sanitarias de Emergencias.
Mientras, los agentes de los Mossos d’Esquadra buscaron y localizaron en la zona a un grupo de personas que había participado en la agresión. Entre ellos se encontraba el autor de la puñalada, que fue identificado, detenido e introducido en un coche patrulla.
Sin embargo, algo falló en el protocolo. El sospechoso no llevaba puestos los grilletes, por lo que consiguió abrirse paso a puñetazos y cabezazoscontra la ventana. El sospechoso salió del coche y se encaramó al techo mientras un agente trataba de evitar su fuga. Decenas de personas que habían sido testigos de la detención jaleaban al individuo.
Las imágenes grabadas por los vecinos y testigos del suceso muestran la extrema violencia del hombre, cuyas manos aparecen ensangrentadaspor los cortes que le había producido la luna rota del vehículo. Finalmente los agentes consiguen reducirle e introducirle en el coche patrulla de nuevo.
Este incidente ha vuelto a poner en pie de guerra a las asociaciones de vecinos locales, que han vuelto a solicitar una mayor presencia de policía en el barrio ante los continuos problemas de seguridad que vienen viviendo en los últimos meses.
