A medida que pasan los días vamos conociendo más detalles escabrosos del ‘ carnicero de Valdemoro ’. Después de ser detenido por asesinar y descuartizar a una chica de 18 años, quería trasladar a prisión su querencia por las armas pero los agentes de seguridad de la prisión se lo impidieron al incautarse el pasado domingo una tarjeta de crédito que camuflaba en su interior una navaja.
El hallazgo tuvo lugar durante el registro de entrada a la cárcel de Leandro V.J. Los agentes localizaron un doble fondo en la cartera en la que se encontraba esta arma blanca.
Las mismas fuentes han subrayado que en ningún caso llegó a acceder al recinto con el puñal, que no se localizó durante una revisión en una celda y que ningún agente de seguridad sufrió ningún riesgo. El juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Valdemoro ha ordenado prisión provisional comunicada y sin fianza tras negarse a declarar.
Por si fuera poco, según ha podido saber Periodista Digital de fuentes próximas a la investigación, Leo, el carnicero de Valdemoro, podría haber grabado la agonía, ejecución y posterior descuartizamiento de su víctima para subirlo (incluso para sacar beneficio económico) a la red oscura. Según diversos testimonios, el asesino era un auténtico obseso de las películas que recogen crímenes reales. Las conocidas como snuff movies.
Sobre esta pista le habría puesto a la Guardia Civil un amigo de Leo, al que le había conocido en foros de aficionados al sado-masoquismo, que habría testimoniado las intenciones que le habría comentado el carnicero de Valdemoro sobre sus ganas de protagonizar una snuff movie.
Según han explicado a PD fuentes próximas a la investigación, los investigadores de la Guardia Civil están ahora ‘peinando’ los foros que solía frecuentar Leo, así como todo el material informático requisado en el domicilio que ocupaba en esa localidad madrileña. Del mismo modo, la Guardia Civil busca información y posibles pistas en la conocida como Deep web.
De momento se ha constadado que su afición por las armas es total. Cuchillos, pistolas y otras armas, pero también calaveras, caretas de Hannibal Lecter y carteles nazis. Leandro V.J. vivía en una casa decorada con objetos de temática satánica y de terror.
Según explicaron fuentes de la investigación, el imputado tiene problemas mentales de los que no estaba siendo tratado. Entre otras cosas, se hacía llamar en redes sociales el carnicero tatuador y vivía desde hacía cuatro años en una casa que ocupó tras saber que había sido embargada por un banco, y donde supuestamente mató y descuartizó a la joven.
