Óscar García Guzmán es conocido en México como el «Monstruo de Toluca». No solo por sus brutales crímenes, sino también por las burlas a las víctimas y sus familiares. El hombre, de unos 28 años de edad, era uno de los principales objetivos de la policía del estado de México y la Fiscalía General de Justicia (FGJ) ofrecía casi 16.000 dólares por información que facilitara su captura.
El asesino publicaba en su cuenta de Facebook mensajes burlescos sobre las mujeres que se encontraban desaparecidas y que habían fallecido en sus manos. Por ejemplo, llegó a publicar la frase: «Para atrapar a un asesino en serie debes pensar como uno», junto a las fichas de búsqueda de Jessica Guadalupe Jaramillo Orihuela, 23 años; Adriana González Hernández, de 27; y Martha Patricia Nava Sotelo, de 25.
Frida Guerrera, como se hace llamar la activista mexicana Verónica Villalvazo, sostuvo un chat privado con el presunto asesino fugado en el que no solo logró sus confesiones: también entendió quién era realmente el supuesto «monstruo». De ahí que admita que «me detalló la tortura a la que sometió a Mónica en 2012. Dijo que a Adriana la asesinó en febrero de 2018. A Martha Patricia en febrero de 2019″, recuerda la mexicana.
La valiente Guerrera ayudó a identificar en 2017 a una niña violada y asesinada, la cual solo era conocida como «Calcetitas rojas» al no tenerse mayor información sobre ella. Fue un caso emblemático en México del fenómeno del feminicidio por el que la activista se hizo conocida.
El asesino Óscar García Guzmán fue detenido a principios de diciembre en Ciudad de México luego de más de un mes de fuga, en una operación en la que fue clave la constante comunicación que Guerrera sostuvo para rastrear su ubicación en línea.
Su colaboración fue meritoria, dice la la Fiscalía General de Justicia: «Estuvimos en contacto con ella durante la búsqueda. Creemos que el trabajo que hace Frida es muy valioso», le dice a BBC Mundo un portavoz de la FGJ.
Esta semana, el caso volvió a ocupar titulares con motivo de la filtración de una supuesta llamada de García Guzmán a su madre desde la cárcel, en la que se le escucha decir que no se arrepiente de lo sucedido y pide a su madre que cuide de sus mascotas.
