El saqueo de la biblioteca Carnegie en Pittsburgh (en Estados Unidos) ha requerido una dedicación y esfuerzo de hormiga. Las fuerzas de seguridad afirman que el golpe criminal ha llevado a un total de 25 años de trabajo, lo que permitió acceder a piezas únicas y de colección como el diario de George Washington; una copia de “Philosophiae Naturalis Principia Mathematica”, escrita por Isaac Newton valorada en casi un millón de dólares; un atlas de un explorador alemán del siglo XVIII de 1.2 millones de dólares.
Gregory Priore, un antiguo archivista del cuarto de libros raros en la biblioteca Carnegie, y John Schulman, dueño de Caliban Book Shop, se declararon culpables de robar y recibir artículos robados por arrebatar 8 millones de dólares de libros raros, mapas y otros objetos. Es importante destacar que John Schulman se declaró culpable además de falsificación.
Los fiscales norteamericanos dicen que el esquema duró desde 1992 hasta 2017. Priore robaba los textos raros del cuarto “R. Oliver de colecciones especiales”, a veces saliendo de la biblioteca con ellos. Luego, se los daba a Schulman y él los vendía en su tienda y en internet.
“El shock, enojo, y dolor que sentimos de que individuos que eran tan cercanos nosotros, en quienes nosotros confiábamos, quienes fueron considerados amigos y colegas de la biblioteca, abusaran la confianza que teníamos en ellos para su beneficio personal, quedará con nosotros por mucho tiempo,” dijo la biblioteca Carnegie en una declaración.
A Priore lo despidieron de la biblioteca en 2017 cuando encontraron discrepancias en los registros de la biblioteca. En julio de 2018, él y Schulman fueron acusados por los robos. El Pittsburgh Post-Gazette informó que una auditoría de Pall Mall Art Advisors se descubrió de que más de 300 artículos, evaluado a casi 8 millones de dólares, habían sido robados.
Según una denuncia criminal, Priore recibió casi 117.000 dólares en cheques del Caliban Book Shop entre 2013 y 2017. “La avaricia vino sobre mi”, le dijo Priore a los investigadores en una declaración jurada. “Yo lo hice, pero Schulman me animó».
