Un jurado popular, en el que habrá cinco mujeres y cuatro hombres, tendrá que decidir si hubo o no un crimen pasional

Barcelona: pistoletazo de salida al juicio a los guardias urbanos acusados de asesinar un compañero «por amor»

Barcelona: pistoletazo de salida al juicio a los guardias urbanos acusados de asesinar un compañero "por amor"
Rosa Peral y Pedro Rodríguez, junto a Albert López PD

La Audiencia de Barcelona vivirá uno de sus juicios más polémicos. Un jurado popular (en el que habrá cinco mujeres y cuatro hombres) tendrá que decidir si los guardias urbanos Rosa Peral y Albert López mataron o no a uno de sus compañeros, Pedro Rodríguez, quien justamente era la pareja sentimental de Rosa en 2017.

Hasta la fecha, el fiscal solicita un total de 25 años para la mujer y 24 para el hombre, en prisión provisional desde mayo de 2017, como coautores de un delito de asesinato con alevosía. Se prevé que el juicio concluya el 17 de marzo con el veredicto. 

Según el escrito de la Fiscalía, el 2 de mayo de 2017 los dos acusados ejecutaron un “plan criminal preconcebido” para acabar de “forma violenta” con la vida de la pareja sentimental de la mujer, Pedro Rodríguez, en el domicilio que ambos compartían en Vilanova i la Geltrú (Barcelona).

Según afirma el Ministerio Público en su escrito de acusación, los procesados presuntamente mataron a la víctima porque llegaron a la conclusión de que “por diversas razones obstaculizaba su relación y situación” sentimental, ya que habían sido amantes y supuestamente habían reanudado su relación.

Posteriormente, de acuerdo a las conclusiones del fiscal, los encausados introdujeron el cuerpo sin vida de la víctima en el maletero de su coche y le prendieron fuego en una pista forestal, aunque antes pasaron por las inmediaciones de la casa del exmarido de la guardia para tratar de incriminarlo.

El juicio contra estos dos guardias urbanos durará algo más de mes y medio, con unas veinticuatro sesiones previstas, más de una cincuentena de testigos y una veintena de pruebas periciales e informes.

En cambio, los dos sospechosos han reclamado su libre absolución al atribuir al otro la culpabilidad de los hechos. En el caso de Peral, además, su defensa ha pedido como alternativa la apreciación de la eximente de miedo insuperable y, subsidiariamente, de forma incompleta o como atenuante. 

Según el escrito de defensa de Peral, López estaba obsesionado con ella y no aceptaba su relación con Rodríguez, por lo que acudió al domicilio de Vilanova y supuestamente cometió el crimen con un hacha. Ella no llamó a la policía “dado que Albert López le había confiscado su teléfono móvil y el teléfono fijo de casa no funcionaba; además, el pánico que sentía por lo que pudiera pasar a sus hijas, la paralizaba”.

La versión de López es totalmente contraria y, en su escrito de defensa, asegura que Peral le confesó que había matado al agente, que le mostró el maletero del vehículo con el cadáver y que ella le explicó que habían tenido una discusión muy fuerte y que su novio la había agredido delante de las niñas, por lo que “ella lo había matado”.

Según López, Peral decidió “culparle a él” del crimen al ver su indecisión respecto a no delatarla y por el fracaso de sus coartadas iniciales, que buscaban culpar a su exmarido u otros de la muerte de Rodríguez.

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