La historia de Chernóbil, es tan extensa que data de la Edad Media. Su población se vio muy afectada por la Segunda Guerra Mundial y bajo la Unión Soviética se convirtió en la base de reparación de barcos en el río Prípiat.
Debido a su extensa población y un fácil acceso a los recursos acuáticos, fue elegida por el Ministerio de Energía de la Unión Soviética para la construcción de una central nuclear a 20 kilómetros de Chernóbil.
La construcción de la central eléctrica nuclear Vladímir Ilich Lenin empezó en 1970. Al mismo tiempo fue constuida Prípiat, la ciudad-satélite vecinal y después de poner en marcha el primer reactor en 1977 la ciudad de Chernóbil tenía 14.000 habitantes.
Pronto, este lugar se convirtió en el centro regional con amplias perspectivas. Los planes de los soviéticos en cuanto a la central nuclear fueron grandes: se suponía que iba a ser la mayor central del mundo con 12 reactores, de los que cada uno generaría una energía de 1000 MW. 4 reactores ya estaban en funcionamiento y otros 2 estaban en construcción cuando su destino cambió para siempre.
¿Qué fue lo que pasó?
El accidente de la central nuclear ocurrió el 26 de Abril en 1986. Se convirtió en el desastre nuclear más grande en la historia de la humanidad.
La explosión tuvo lugar en el cuarto bloque de la central nuclear de Chernóbil, que se encontraba a tan solo 120 kilómetros de la capital ucraniana Kiev y cerca de su frontera con Belarús.
En aquella época, la central nuclear de Chernóbil era una de las centrales nucleares más grandes del planeta.
Fue dedicada al programa militar estratégico de la armada soviética.
La tragedia ocurrió tras una serie de acontecimientos, principalmente, debido a que los reactores no tenía actualizado el sistema de seguridad y tenía un bajo nivel de automatización.
En la fatídica noche el 26 de abril se estaba llevando a cabo un experimento que debía poner a prueba el rango inercial del turbogenerador.
Se suponía que la prueba iba a ser realizada por otro equipo que pertenecía a un turno diferente. Aquel grupo fue especialmente entrenado para realizar ese tipo de pruebas. Sin embargo, la prueba se aplazó durante 9 horas debido a las celebraciones del 1 de mayo y por la electricidad necesaria para cumplir con el plan de producción.
de esta manera, el equipo que realizó el experimento fue el de operarios que no estaban totalmente preparados.
La mayor lluvia radiactiva
El polvo radiactivo empezó a expendirse desde el reactor de la central nuclear destruido y ardiente y contaminó el medio ambiente no solo en sus alrededores, sino también llegó a lugares más lejanos.
Los ‘liquidadores’ se encargaron de extinguir el incendio en la sala del reactor ardiente y en el techo de la sala central de la maquinaria.
Los primeros en llegar fueron el departamento especial de bomberos de la central nuclear, junto con los bomberos de las ciudades vecinas de Prípiat y Chernóbil.
Ellos apagaron el fuego en 3 horas después del accidente. Aunque, en el corazón del reactor, había una mezcla de masas nucleares que contenían comustible que aún estaba ardiendo.
La explosión elevó las partículas radiactivas hasta a 1.5 kilómetro de altitud. a esa distancia, el viento del sureste arrastró la nube radiactiva llevándola hasta Escandinavia.
La espesa nube voló sobre Escandinavia y después volvió hacia Ucrania. El día del accidente, la dirección del viento cambió hacia el oeste, por eso la segunda nube contaminada voló por Polonia a Checoslovaquia y después a Austria.
Después de su rebote en los Alpes volvió a Polonia. Por lo que sabemos, no hay lugar en el mundo donde las nubes de Chernóbil no estuviesen presentes. Las nubes contaminadas volaron por todo el mundo.
La ciudad fantasma
La ciudad de Prípiat era modelo del gobierno soviético y fue construida en 1970 para el personal de la central y sus familias.
Según datos, el promedio de edad de los habitantes en el tiempo del accidente era de 25 años.
Prípiat contaba con todos los lujos de una ciudad moderna: estación de trenes, puerto, hospital y también un parque de atracciones.
Tras el desastre, el nivel de radiación superó mil veces el nivel de la radiación natural.
Durante el momento de la tragedia, este lugar también sufrió las consecuencias de las desiciones políticas que desencadenaron más problemas.
Los funcionarios públicos no avisaron a los 50.000 habitantes sobre la amenaza de contaminación radioactiva de inmediato, ni les proporcionaron pastillas de yoduro, que les habrían ayudado a combatir los efectos de la radiación.
Al tiempo, las autoridades decidieron que la ciudad permanecería vacía para siempre.